Por Elías Piris | @eliaspiris
Décadas atrás ni el más optimista podía imaginarse que el representante máximo de la Iglesia católica iba a aprenderse la traducción al idioma guaraní de la oración que, según el cristianismo, el mismo Jesús enseñó a sus seguidores.
La histórica visita del primer Papa latinoamericano a nuestro país, por su trascendencia y su cercanía con el Paraguay, tuvo condimentos de todo tipo y color, una realidad que difícilmente pueda ser negada. Es que no solamente teníamos a un Papa que hablaba en nuestro idioma, la sencillez y la identificación de esta figura con los más desposeídos despertaban emociones en los creyentes y por lo menos curiosidad –y respeto– en los no creyentes y no practicantes de la doctrina mayoritaria en estas latitudes.
Uno de esos condimentos que dieron un sabor distinto a esa venida fue la traducción del padrenuestro al idioma guaraní. Tal vez, quienes coordinaron la visita interpretaron que Francisco tenía que consumar esa conexión con el corazón mismo del pueblo paraguayo y qué mejor tirada que rezar en la lengua que emana del corazón de aquel estoico pueblo enclavado en el corazón mediterráneo de América del Sur.
La propuesta de rezar en guaraní había surgido desde la propia organización y fue planteada al Vaticano, recibiendo inicialmente una desalentadora respuesta: “Al Santo Padre no le gusta tanto hablar en otras lenguas”, según lo que había revelado en conferencia de prensa el hermano Mariosvaldo Florentino, encargado del área litúrgica de aquella visita papal.
No obstante, la representación paraguaya en la Santa Sede insistió y finalmente estos últimos accedieron a que Francisco rece en guaraní. Una vez confirmada la noticia, se realizó un recordado tutorial para aprender a rezar.
El video corrió como reguero de pólvora en redes sociales y grupos de Whatsapp. Nadie quería llegar al día de la visita papal sin aprender a la perfección el Ore Ru.
Finalmente, el papa Francisco llegó en un cálido julio del 2015 trayendo su mensaje de esperanza al Paraguay, y fue en la misa oficiada por él en la ciudad de Caacupé donde rezó el padrenuestro traducido.
A poco de cumplirse exactamente un año de la visita papal, recordamos el Ore Ru, que puso al Paraguay y al guaraní ante los ojos del mundo:
Ore Ru, yvágape reiméva, toñembojeroviákena nde réra.
Toreañuamba nde mborayhu, tojejapo ne rembipota ko yvy ári, yvágape guáicha.
Eme’ẽ oréve ko árape ore rembi’urã, opa ára roikotevẽva;
Ehejareíkena oréve ore rembiapovaikue, rohejareiháicha ore rapichápe hembiapovaikue orendive.
Aníkena reheja roike rojepy’ara’ávai hag̃uãme, ha orepe’a opa mba’e vaígui.
Taupéichakena.