Desde el oficialismo colorado están queriendo tirar toda la carne al asador, con tal de conseguir la reelección del presidente Horacio Cartes.
Todo tipo de ofertas y hasta presiones por algún tipo de proceso figuran en el menú, y los votos se cotizan desde un mínimo de USD 1 millón.
Ayer, hasta se dio a conocer una posible propuesta que el cartismo entregó al sector del Frente Guasu que aspira la reelección de su principal líder, que es Fernando Lugo.
Que el Senado ya no tenga que aprobar o rechazar la renuncia del presidente; que el candidato a la presidencia que pierda en las internas pase a ser automáticamente número 1 en la lista del Senado, y que haya vía libre a la reelección, es la tentadora proposición.
El 25 de agosto pasado, los senadores de la oposición habían presentado un proyecto de enmienda para la reelección presidencial y también para los gobernadores.
Se tuvo un ajustado número de 23 votos en contra, mientras que un proyecto similar en Diputados se archivó.
Desde la semana pasada nuevamente volvieron a desempolvar la idea y la intención sería que se vuelva a tratar en la Cámara Alta si es posible antes del receso parlamentario, que se inicia a partir del próximo 21.
Se habló incluso que el nuevo proyecto del oficialismo podría presentarse oficialmente el jueves 15, pero todavía no se cerraron los números.
Hasta el momento y de acuerdo con las informaciones que se manejan, 14 serían los votos asegurados a favor de la reelección, pero el oficialismo tiene en la mira a los senadores que están en duda.
Entre ellos hay varios liberales, inclusive el propio líder de la disidencia del PLRA, Blas Llano, quien si llega a acompañar, llevará consigo a varios otros de su sector.
El Frente Guasu ya tiene antecedentes, ya que en el 2011 habían promovido la enmienda a favor de Lugo, quien ocupaba la presidencia de la República. Cuando se volvió a votar en el Senado recientemente se habían ausentado.
Varios senadores de distintos partidos fueron consultados sobre las ofertas, algunos de ellos admitieron, pero fuera de micrófono, y hablan de desesperación del Ejecutivo.
Para el senador Eduardo Petta, la Constitución Nacional es clara, y recuerda el artículo 290, de que en caso de ser rechazada la enmienda no puede volver a tratarse hasta dentro de un año, por lo que a su criterio sería un atropello.
“Es una ignorancia supina. Lo que pasa es que no leen”, cuestionó, en torno a la insistencia de que se trate de un nuevo proyecto similar.
“El gran problema que tienen los reeleccionistas es que se cerró la posibilidad de presentar un proyecto de enmienda hasta el 26 de agosto de 2017, salvo el atropello a la Constitución”, sentenció.