El oficial primero Cirilo Cubilla Fernández, que le mantuvo de rehén a su ex pareja porque no acepta la ruptura y, sobre todo, porque la vio con otra persona (otro agente policial y actual pareja), soporta tres sumarios por violencia.
El joven ya protagonizó un episodio similar como el reportado ayer sobre la calle Caballero entre Mcal. Estigarribia y entre 25 de Mayo, microcentro de Asunción, hasta donde siguió a su ex pareja –una suboficial– y a otro policía de nombre David Páez, y con disparos detuvo la marcha del rodado en el que iban. Tras una hora de negociación con sus superiores –amenazó con dispararse–, se entregó, y puso a disposición el arma reglamentaria con la que apuntaba en todo momento a sus víctimas.
En su legajo aparece que el 17 de julio del 2012 forcejeó y agredió a su novia, en el microcentro de Asunción. Con arma de fuego en mano intimó a la que entonces era novia a subir a un vehículo y hablar. Por ese hecho fue apresado y tras un sumario abierto fue arrestado por 20 días.
Otro caso de violencia protagonizó en diciembre pasado en Canindeyú, zona donde presta servicio. Allí actuó con violencia contra un detenido. El operativo con abuso de poder fue grabado y en base a esa prueba está sumariado.
El tercer sumario fue abierto por este caso que paralizó en la mañana de ayer en las calles de Asunción. Las víctimas también serán objeto de sumario para dilucidar lo sucedido.
Luego de ser apresado, fue llevado hasta la Comandancia de la Policía, y de allí trasladado hasta la Agrupación Especializada, donde se encuentra bajo arresto. La uniformada también fue llevada hasta la máxima institución policial para ser asistida por la fiscala Raquel Brítez. La misma imputó por privación ilegítima de libertad y por violencia familiar al agente policial y solicitó su prisión.
Tras la intervención de los profesionales, la suboficial, quien presta servicios en el Departamento Antitrata de Personas, recibió la contención y fue llevada por una familiar.
De acuerdo a los datos, el imputado y la agente terminaron la relación hace más de seis meses. Incluso, Cubilla tenía una orden de alejamiento –que ya caducó– precisamente por su comportamiento agresivo, dijeron en la Fiscalía, que ya tiene un video de circuito cerrado en donde aparece el agente disparando.
Mas casos de violencia de agentes
El último fin de semana, otros dos agentes estuvieron involucrados en casos de violencia doméstica.
Uno de los hechos ocurrió en Santa Rita y tuvo como protagonista al suboficial Manuel Vera Parra. La mujer, según los antecedentes, acusó un golpe en la cabeza supuestamente con culata de un arma de fuego, aunque esta dio otra versión ante el Ministerio Público. En el otro caso fue detenido el suboficial Moisés Heriberto Núñez Benítez, quien baleó a su pareja en Minga Guazú. Ambos agentes están imputados por violencia doméstica.
En contrapartida, un suboficial principal de 46 años denunció por agresión a su ex novia Mariela Carísimo Medina, de 23 años, en su domicilio en Santa Rita. (E.M.)
“Es producto del machismo”
La sicóloga Lourdes Ostertag, una de las profesionales que actualmente asiste a las víctimas de violencia, en Ciudad Mujer en Villa Elisa, dijo que este tipo de actitudes son producto del machismo extremo y del patriarcado.
Según la profesional, acciones como estas (las cometidas por el oficial primero Cirilo Cubilla Fernández) manifiesta el sentido de posesión hacia la mujer.
Explicó que coloca al hombre en posición de no aceptar el no de la mujer y porque la considera su pertenencia y al sentir rechazo o cuando termina una relación actúa de esa manera, como una especie de marcar el territorio.
IRRACIONAL. La sicóloga analizó el acto violento del agente, quien realizó disparos al aire y contra el rodado de su camarada y la actual pareja de su ex novia.
“Al disparar al aire, sabe que está infringiendo la ley, que él conoce muy bien por su condición de agente policial, pero lo hace porque es cuestión emocional, por lo tanto no se razona”, refirió la profesional, tras analizar la conducta planteada, luego del violento episodio entre los tres agentes.
Sostiene que los hombres que tienen una conducta violenta deben recibir una terapia para superar la conducta. “Una persona con esta conducta debe someterse a una terapia”, dijo la profesional, quien calificó el acto como un caso más de violencia de género.
“La terapia se llama reeducación en una nueva forma de ser varón y los pacientes son ayudados por los profesionales que los orientan a encaminar sus actos”, manifestó.
Por otro lado, comunicó que si la agente afectada por la violencia necesita de una asistencia, puede acercarse hasta la instalación de Ciudad Mujer, ubicada en Villa Elisa, y recientemente inaugurada.
Allí, las víctimas de violencia reciben atención integral de forma gratuita, recordó la profesional, quien antes trabajaba en el Ministerio de la Mujer asistiendo a las mujeres víctimas de violencia.
