Miles de automovilistas confundidos y nerviosos que intentaban superar por calles de tierra mal señalizadas o hundidas en nauseabundos efluentes cloacales los tramos bloqueados por las obras de instalación de enormes cañerías del desagüe pluvial que forman parte del acceso Laguna Grande, en la zona del CIT, conformaban ayer un sombrío panorama.
Los conductores se veían obligados a ingresar por Santa Margarita de Jouville, inundada por aguas negras, o seguir por Alejo Silva, que carece de cobertura pétrea y que en presencia de una precipitación no estaría en condiciones de absorber el pesado tráfico que viene desde la Autopista.
Estas tareas se suman a las que se desarrollan en Aviadores del Chaco y Madame Lynch, donde se construye el megaviaducto, que ya viene causando desde hace un buen tiempo todo tipo de complicaciones en la circulación automovilística.
El cierre del cruce de las arterias Sinforiano Buzó, Benigno Cáceres y Teniente Coronel Tito Bogado, por el que diariamente ingresan máquinas desde Luque hacia Asunción, desató ayer el caos.
Estos trabajos demandarán unos 30 días para colocar las enormes tuberías, etapa previa al asfaltado de calles.
EXPLICACIÓN. El ingeniero Alejandro Tiozzo, fiscalizador de la obra por la Consultora Guaraní, admitió que se trata de una zona en la cual no se cuenta con demasiadas opciones de desvíos.
“Para evitar Santa Margarita de Jouville pueden venir por Alejo Silva, que es terraplenado y firme y se puede usar toda vez que no llueva. También está General Garay para alcanzar Santa Teresa o Abdón Caballero, para ir a Luque. Abrimos una calle, pero hay más barro que terreno firme”, sostuvo.
“Se pusieron carteles en la zona de bloqueo por las obras y luego los automovilistas pueden guiarse por el nombre de las calles para ir hasta sus destinos”, agregó.
El acceso a Laguna Grande o Este está constituido por 11 kilómetros de asfaltado que cubrirán Asunción y San Lorenzo, en un emprendimiento que fue adjudicado a la empresa EDB Construcciones.