Valenzuela insistió en practicar la justicia. Reprochó las malas prácticas dentro de la familia, en el trabajo y en situaciones cotidianas.
“Los maltratos que se dan unos con otros están demostrando que nosotros ya no sabemos ser justos. Hemos perdido el sentido de la justicia y eso es grave”, cuestionó el obispo de Caacupé.
Hizo hincapié en que la justicia es una virtud fundamental que permite la convivencia tranquila entre los hombres. “Sin la virtud de la justicia, la convivencia se vuelve imposible”, reflexionó.
Por último, pidió a los fieles buscar en todo momento la paciencia para lograr construir una mejor sociedad.
El acto religioso se desarrolló ante cientos de fieles que fueron hasta la explanada de la Basílica de Caacupé.