Fue el reclamo más aplaudido durante la presentación del informe del Banco Mundial (BM) Aprender para hacer realidad la promesa de la educación, que se presentó hace unas semanas en Asunción.
“Necesitamos un MEC que no dependa de factores políticos en su toma de decisiones”, expresaron representantes de la sociedad civil ese día. Manifestaron su preocupación por los repentinos cambios en resoluciones, sin que se tenga un criterio científico o técnico para ello.
Menos mal que la entidad se denomina ahora de “Educación y Ciencias”.
El reporte del organismo internacional apunta igualmente a “factores políticos” como una de las causas profundas en la crisis de aprendizaje en el mundo.
Los políticos actúan para mantener sus posiciones de poder, para obtener ventajas. Los burócratas se centran más en mantener contentos a los políticos, en lugar de promover el aprendizaje de los estudiantes; sencillamente, tratan de proteger sus puestos, expresa por otra parte, este último reporte.
Paradójicamente, aunque duela, Enrique Riera, titular del MEC, arengó a funcionarios públicos en Guairá, y pidió a los coordinadores departamentales que insten a los docentes a votar “por su jefe”. Ese jefe es candidato a senador suplente número 1 por el oficialismo, para las próximas elecciones. Recientemente, se pidió suspender procesos de un concurso público, alegando que afectan a la transparencia del MEC. Llamativamente, unos días después se pidió anular la suspensión de este concurso. Es difícil explicar cuáles son los motivos reales para tomar decisiones de tal magnitud y así de contradictorias, en tan breve tiempo.
Mientras sigan los políticos al frente, el MEC seguirá tomando medidas paliativas para enfrentar profundos dramas, como la escasa o más bien nula capacitación que reciben los más de 70.000 docentes del Magisterio Nacional. Mientras, las escuelas seguirán cayendo, ya que no existe una pauta concreta para solucionar esta crisis.
Los centros escolares que se refaccionan no responden a un modelo educativo, como recomienda el informe Aprender, del BM.
El MEC seguirá prometiendo reparaciones a nivel nacional, pero recortará el presupuesto en áreas tan sensibles como la educación indígena. Mientras, los ganadores de concursos públicos serán castigados con traslados a zonas lejanas de sus comunidades. Los perdedores, serán premiados con los mejores lugares.
Mientras, Paraguay seguirá en los últimos puestos a nivel educativo en todo el mundo.
Recordemos que el foro económico mundial situó al país en el puesto 132 de 136 naciones. Mientras, decenas de niñas seguirán sufriendo discriminación de parte del sistema educativo por ser víctimas de abuso o por quedar embarazadas, siendo menores de 14 años. Es decir, en plena etapa escolar. Mientras, la promesa de la educación de calidad estará lejana de cumplirse para el millón y medio de matriculados en escuelas y colegios. Y estará aún más lejos para los más de 50.000 que son excluidos del sistema cada año.