A estos dramas se suman posibles casos de diarrea, vómitos, fiebres e infecciones respiratorias que sufren muchos chicos a causa de las condiciones en las que viven en los albergues y lo que acarrean de la inundación, según reporta el Ministerio de Salud Pública (MSP).
“En general estamos bien, al menos mis hijos están bien esperando por los Reyes, pero sí faltan más materiales para reforzar las casas del albergue”, relató ayer Johana Colmán, quien huyó de la inundación en compañía de su pareja y sus dos hijas. Actualmente, vive en una casa de madera en el refugio militar RC4 de Zeballos Cué, donde hoy se realiza el primer encuentro de reyes en el marco de la campaña Que los Reyes no pasen de largo.
“Mi hija pidió a los Reyes una bici luego”, comentó entre risas, pese a la difícil situación económica por la que atraviesan las familias, según ella misma comentó.
Un grupo de madres contó que soportan una crisis económica ante la falta de empleo para recicladores, pescadores, vendedores de pescados y empleados de frigoríficos
Basuras. Uno de los inconvenientes en el sitio es la falta de recolección de la basura que permanece durante varios días en la comunidad, arriesgando la salud de los más pequeños cuando surge de nuevo la epidemia del dengue en el país.
“Esta tarde (por ayer) esperamos que la Municipalidad recoja toda la basura que se acumula, estamos teniendo inconvenientes con la recolección”, afirmó el coordinador de las familias en el albergue, Juan Carlos Ortellado.
Confirmó, además, que todavía aguardan más elementos de emergencia como terciadas y tejas de eternit para algunas de las viviendas transitorias.
La fiesta. Con juguetes, merienda, payasos, música y globos locos llega el encuentro por el 6 de enero de Que los Reyes no pasen de largo, iniciativa de la Mesa Nacional de Asistencia que tiene sede en el ex Seminario Metropolitano.
El evento se inicia a las 14.00 y dura alrededor de dos horas, luego se traslada al albergue de la Copaco (zona del Jardín Botánico) y más tarde al parque Mburicaó. Prometen juguetes para los más de 25.000 niños que viven en los refugios instalados en la capital.
La fiesta de reyes continúa mañana y el viernes, completando 8 eventos en todas las zonas afectadas.
Ayer, los más pequeños ya aguardaban a los Reyes con ansias. Prepararon el agua y el pasto para los camellos y sus zapatos para los juguetes. “Yo quiero un tractor”, decía uno de los chicos de 7 años, mientras corría descalzo detrás de una pelota de fútbol.