23 ago. 2025

Niños, jóvenes y adultos se drogan en baldío adyacente a una escuela

En su mayoría son indígenas. Tanto chicos como grandes usan un patio abandonado, en cercanías de la Terminal, para consumir todo tipo de drogas a cualquier hora del día. El sitio también sirve de reservado.

El olor pastoso a marihuana o el tufo a resina que despide el crac invaden las aulas –sea de mañana o por la tarde– de la Escuela Nº 142 María Felicidad González, situada a pasos de la Terminal de Ómnibus de Asunción. Alumnos y docentes deben soportar, a veces, pedradas que lanzan algunos adictos que se instalan en el baldío que está pegado a la humilde escuelita.

Se burlan, incluso, de los escolares mientras estos están en clase, según comenta Norma Portillo, directora del centro educativo. Desde que llegó a la institución, hace cuatro años, presencian –dice– drogadicción y promiscuidad.

Siempre denuncian a la Comisaría 16 metropolitana y cuando llegan los policías –indica– los adictos cruzan el patio de la escuela para escabullirse. “De repente, quieren tirar piedras, les gritan a los alumnos o vienen a tener sexo de día, chicos y adultos (...). Inclusive, acá enfrente de la escuela y al costado de la Terminal vienen a fumar y el olor invade las aulas por las ventanas”, relata.

Ahora mermó la cantidad de niños y jóvenes indígenas –apunta– porque antes “eran muchos” y los adultos ofrecen a las nenas para prostituirse.

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“Había una madre que a su propia hija la explotaba sexualmente. Eso fue el año pasado”, refiere y comenta que los policías le dicen que “poco pueden hacer” sin el acompañamiento del Ministerio Público, del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) y otros.

Últimamente frecuentan el lugar alrededor de 15 personas, entre niños, jóvenes y adultos nativos que se concentran en ese predio que pertenece a un centro comercial. Eso es lo que identificaron técnicos de la Dirección del Buen Vivir de Pueblos Originarios de la SNNA, mediante monitoreos de operadores del Centro de Referencia de Casos (CRC) y numerosas denuncias recibidas a través del Fono Ayuda 147.

Allanamiento. La tarde del jueves último, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) realizó una intervención conjunta en el baldío en cuestión con funcionarios del Indi y de dicha dependencia de la SNNA.

Se trata del primer procedimiento de otros tantos que se realizarán en esa zona ante las constantes denuncias de venta y consumo de drogas a plena luz del día en inmediaciones de la principal estación de buses de la capital.

Durante el allanamiento, dentro del predio abandonado, se encontraban tres menores –dos niñas y un niño– y un joven de 19 años. Todos fueron trasladados al albergue Kuarahy Rese, de la Secretaría de la Niñez, en San Lorenzo.

“Es la primera vez que hacen una intervención así, con las demás instituciones; antes solo la policía venía y se escapaban pasando por el patio de la escuela”, corrobora Portillo.

Sonia Moreira, directora de asuntos indígenas en la SNNA, explica que el abordaje que realizan en el sitio en cuestión se complica con la presencia de adultos. Precisan que el Indi les acompañe y haga seguimiento de la situación de esas personas y no solo devolverlas a sus comunidades. De lo contrario, vuelven y se reproduce esta problemática.

15 menores y adultos indígenas se drogan a diario en la zona.

“Todo el tiempo hay nenes que vienen a drogarse, nenas que se prostituyen y delincuentes de toda clase. Norma Portillo