Por Sergio Noe | Twitter: snoe@uhora.com.py
En Asunción, como en otras ciudades, se los puede ver transitando con un oscuro vestuario o llamativo maquillaje. Son los llamados otakus –fanáticos del manga y animé japonés– y los cosplayers –fans de personajes de películas–, que eligen vestuarios relacionados con figuras del mundo animado y filmes orientales hasta cintas de terror y personajes del cómic occidental.
“Los otakus tienen gustos afines a la cultura japonesa, como el animé, manga, videojuego o monstruos. En este último caso, a muchos les gusta representar personajes oscuros y de terror, sean del cine o la animación”, cuenta Genaro Saldívar (33), quien ya caracterizó a malvados como The Butcher (carnicero) del videojuego Silent Hill: Origins, o Pyramid Head, monstruo de la película Silent Hill.
Para Saldívar, la existencia de grupos que se visten con trajes de personajes de terror es una mezcla de tres aspectos. “En primer lugar, se busca llamar la atención, ya que uno no pasa desapercibido si tiene un cosplay (disfraz). Otro aspecto es mostrar un estilo muy personal; y en un tercer punto, se busca marcar tendencia, romper esquemas o hacer cosas que antes no se hacían”, señala el joven, que también hizo cosplay de Darth Maul, una suerte de “cazador de las tinieblas” de la película de La Guerra de las Galaxias.
Añade que los jóvenes buscan reunirse con otros para compartir gustos afines. “Antes, era extraño ver un otaku o un cosplay. Ahora hay una cultura que está creciendo y está muy extendida por todo el mundo”, comenta Saldívar.
MÁS. Otra representante del rubro es Gwendy Guppy, una fan del cosplay con más de diez años de experiencia y que cada año organiza la Caminata de monstruos, que en su versión paraguaya se llama Oguata Póra.
En esta caminata temática, niños y jóvenes están invitados a disfrazarse de su monstruo favorito, sea bruja, fantasma o personajes de videojuegos, convocando a más de 50 personas.
“Como ya existe una caminata de zombies; yo organicé el Monster Walk Asunción. Hay gente que se quejó que en el primero solo podían ir zombies y se les discriminaban si iban con otros personajes. En cambio en el evento que organicé, buscamos dar cabida a la diversidad de monstruos, sean Frankenstein, fantasmas u otros”, señala Guppy.
Detalla que la caminata de monstruos, que cada año atrae a más niños, adolescentes y familias, se inspira en cierto modo en el espíritu de Halloween, donde la gente acostumbra a disfrazarse.
Añade que el cosplay puede ser abordado como una actividad profesional o un hobbie, considerando que algunos prefieren invertir altas sumas de dinero para fabricar sus disfraces y accesorios, en el maquillaje y la fotografía, además de participar en competencias.
“Los cosplay (o disfraz) se puede hacer de lo que uno quiera; no hay límites, y pueden ser de personas famosas. En una ocasión, hice de Lady Gaga, caracterizando su video personaje del videoclip The Born This Way Ball”, dice Guppy, quien realizó más de 250 cosplays, además de ser embajadora de cosplay por Paraguay en Buenos Aires, para una muestra de Arte Cosplay.