13 sept. 2025

Ministerio del Detalle

Wendy Marton – @WendyMarton

Hace algunos años, el publicista británico Rory Sutherland lanzó la idea de que los gobiernos deberían crear un Ministerio del Detalle. Según su propuesta, el gobierno (de cualquier país) se convirtió en algo completamente ajeno a lo que realmente le preocupa a la gente.

Sutherland señalaba que en una institución la persona que tiene el poder de resolver un problema también tiene un gran presupuesto para hacerlo, y una vez que se tiene un gran presupuesto se buscan soluciones caras en las que gastarlo.

Según su visión, parece haber una especie de atasco en resolver esos pequeños problemas, debido a que las personas que realmente pueden resolverlos son demasiado poderosas y están muy preocupadas con algo que creen que es la “estrategia” pare resolverlos. Agrega que esto se debe a que hay una desconexión, porque la gente con poder quiere hacer cosas grandes y caras.

Es decir, se olvida de que en los detalles está la diferencia. Por ejemplo, hay buses con aire que son, de hecho, una ventaja para nuestro clima, pero quienes decidieron implementarlos se olvidaron de la gente que gana por debajo del mínimo y le cuesta abonar G. 6.600 todos los días. A esto se suma la falta de controles, con lo cual los buses expiden aire con polvillo que causa muchos problemas a los alérgicos, o están graduados por debajo o por encima de la cantidad de gente que está dentro de una unidad, sin contar en que se convirtieron en discotecas ambulantes.

Al final, la gente cuenta con un transporte de mayor calidad, pero su nivel de estrés sigue elevado porque detalles como la música, el tipo de aire o la velocidad no son controlados.

Lo mismo sucede con el caso de las motocicletas, que vinieron a paliar el problema del transporte público, pero debido a que son nulos los controles a quienes las conducen, circulan por la vereda poniendo en riesgo la vida de los peatones o se meten entre automóviles tensionando a los conductores de vehículos de mayor porte.

Además de soportar a los motociclistas por las veredas, el peatón también debe tolerar a los vendedores que utilizan este espacio para ofertar sus productos, obligándolo prácticamente a bajar a la calzada para seguir transitando. Y en la nueva zona vip asuncena, ni siquiera hay espacios para transitar a pie.

El peatón y el pasajero deberían ser los primeros de los que se ocupe el Ministerio de los Detalles. Si bien existen leyes, las normativas no se cumplen, porque quienes tienen a su cargo ejecutarlas están preocupados por los grandes temas y se olvidan de los detalles.

Es necesario volver a fijar la mirada en los detalles, de esto depende lograr una mayor calidad de vida.