Por la lluvia constante, la organización decidió suspender la celebración de la misa principal de las siete de la mañana, en la explanada y llevarla adelante, dentro de la capilla principal, lugar que quedó pequeño para poder albergar a todos los feligreses, entre ellos las autoridades de la zona. El obispo, monseñor Claudio Silvero, presidio el oficio religioso, haciendo principal observación sobre la importancia de la unidad familiar, cuyas sanas costumbres se van perdiendo debido a la velocidad que en la actualidad el mundo moderno imprime.
Silvero reclamó la importancia del padre y la madre en la familia, como el hecho de compartir momentos centrales con los hijos. “El almuerzo y la cena son momentos en los cuales en la actualidad no todos los componentes de la familia se encuentran presentes, debido a las obligaciones laborales; hoy este tipo de momentos tan importantes en lograr la unidad familiar se van perdiendo”, lamentó Silvero.
La lluvia perjudicó la presencia de muchas personas en el lugar, cristianos de la tercera edad decidieron seguir por televisión o radio, que en directo transmitieron la misa central, no se registraron incidentes ni accidentes, según el informe policial al cierre del presente informe. (R. C.)