25 abr. 2024

Menonitas están en incertidumbre de pagar o no impuesto revolucionario

Colonos no saben si volver a pagar las cuotas exigidas por el EPP o esperar que después de cuatro años la FTC les brinde seguridad. Tras periodos de fracasos de las fuerzas públicas, algunos volvieron a acceder al chantaje.

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Foto: ÚH Archivo

Carlos Aquino y Redacción

SAN PEDRO – ASUNCIÓN

Los colonos menonitas del Departamento de San Pedro se encuentran con una gran incógnita, ya que no saben si empezarán de nuevo a pagar el supuesto impuesto revolucionario al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) para recuperar la tranquilidad de poder producir la tierra en paz y sin ser blancos de ataques y secuestros.

Ellos cuentan que la situación de las colonias cambió desde que los militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) se instalaron en el Norte, quienes les advirtieron que no debían desembolsar más dinero ante los chantajes del grupo armado con la promesa –que nunca cumplieron– de darles seguridad para trabajar.

Los menonitas admiten que pagan el impuesto revolucionario desde el 2008 tras el plagio del ganadero y ex intendente de Tacuatí, Luis Alberto Lindstron, secuestrado el jueves 31 de julio de ese año. Pero con la creación de la FTC y el inicio del estado de excepción permanente en el Norte en el 2013, muchos dejaron de abonar. Pero esto no le cayó bien al EPP, que desde ese año empezó a amenazar y atacar retiros, y a prohibir la fumigación de cultivos, hasta que, finalmente, desde el 2015, los colonos se volvieron su objetivo militar.

En el 2015 fue secuestrado Abrahán Fehr, de la colonia Manitoba, y en el 2016 la víctima fue Franz Wiebe, de la colonia Río Verde.

Este año una célula campesina secuestró a Gerardo Wall, de Río Verde, como prueba para ingresar al primer anillo. También se llevaron a Franz Hiebert, de la colonia Santa Clara, y al último –hasta el momento– Bernhard Blatz, también de Río Verde.

ACTUALIDAD. Los colonos menonitas admiten que, a pesar del despliegue de la FTC en la zona y la falta de resultados, muchos optaron de nuevo por volver a cumplir con el impuesto revolucionario para poder trabajar. Incluso, uno de los productores indicó que en la zona donde llevaron a Bernhard otros no son molestados.

“Muchos siguen pagando y no son molestados. Investiguen por qué se le llevó al hijo de Peter Blatz de la estancia Lucipar. En ese lugar muchos menonitas tienen sus chacras y están trabajando sin ser molestados; es más, son gente más adinerada, pero seguramente pagan y pueden seguir trabajando; así nomás es”, refirió un colono.

El pago de tributo revolucionario al EPP es un secreto a voces en esta zona y no solamente estarían pagando los menonitas, también ganaderos paraguayos que se ven obligados a hacerlo, porque están a merced de la banda y la estrategia utilizada por las fuerzas de seguridad es ineficiente.

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