Ambos figuraban en la lista de la Comisión Nacional de Desaparecidos (Conadep) y sus nombres estaban registrados en la Plaza de la Memoria.
La información salió a la luz la semana pasada a través de un medio argentino, tras una investigación del escritor Federico Andahazi, que reveló que Méndez Vall continúa con vida y que se dedica al ámbito radial en la Argentina, y que los restos de su padre volvieron a Paraguay.
El caso fue expuesto como similar al del conocido científico argentino Antonio Gentile, quien también figuraba en la nómina de desaparecidos como una víctima de la dictadura militar, pero dio señales de vida a los 84 años en los Estados Unidos.
Otras 500 personas continúan desaparecidas en el vecino país y siguen siendo buscadas por sus familiares, amigos, compañeros y organizaciones de derechos humanos.
Según Epifanio Méndez Vall, hijo de Méndez Fleitas, el tema surge como un intento de desacreditar, tanto a su familia como a las organizaciones de derechos humanos de la Argentina.
En contacto con Última Hora, uno de los seis hijos de don Epifanio relató que no sabía que sus nombres figuraban como desaparecidos, pero aclaró que sus nombres ya fueron borrados.
Contó que, si bien fueron detenidos -primero él y luego su padre-, gracias a la presión de personas influyentes consiguieron otra vez la libertad. Su progenitor y familiares fueron a refugiarse a otros países, mientras él quedó en Argentina, donde hoy día conduce un programa radial y una revista llamada Ñe’engatú.
Don Epifanio describe, incluso, su liberación en uno de sus libros, Carta a los liberales, publicado en 1979, antes de su muerte.
“La fortuna de sobrevivir no se debió a cualquier cosa, sino a la figura de mi padre. Un oficial le había dicho que le sorprendía la cantidad de personalidades del mundo que estaban al tanto de su detención”, describió Méndez Vall.
Sostuvo que la liberación fue publicada incluso en medios internacionales, y que se debió a una denuncia de supuesta subversión contra el régimen de Alfredo Stroessner.
Su relación con la dictadura
El hijo de Méndez Fleitas recordó que fue él quien ayudó a que Stroessner asuma el poder, ya que no gozaba de buena reputación dentro de las filas del Partido Colorado. Pero luego fue perseguido, aseguró.
“Mi padre fue perseguido porque era un estorbo para instalar la dictadura, y después Stroessner le dio una misión diplomática en Europa para desligarse de él”, responde su hijo a las preguntas de Última Hora durante el programa radial que tiene en la Argentina.
Méndez Vall contó que, desde ahí, la familia tuvo que sortear la situación política de cada país en el que les tocó estar: Uruguay, en primer lugar, hasta que cayó la democracia; luego en la Argentina; también en los Estados Unidos, durante el Gobierno de Jimmy Carter; y finalmente volvieron a la Argentina, donde su padre falleció finalmente en el año 1985.
Posterior a la dictadura de Alfredo Stroessner, en el año 1994, el Congreso Nacional de nuestro país lo declaró ciudadano ilustre e inició el proceso para repatriar sus restos, lo que finalmente se consiguió en 2004.