Un injerto o trasplante óseo le devolvió la capacidad de volver a caminar a Augusto Agüero (48), operado el pasado 21 de abril en el Hospital de Clínicas. El paciente, pese a tener una prótesis, sufrió una fractura a nivel de la cadera. El procedimiento consistió en un recambio del implante, más el injerto óseo de su propio hueso y otro donado, proveniente del Banco de Tejidos. Hoy, Augusto camina de vuelta mediante la donación.
La intervención se logra gracias al primer Banco de Tejidos del país que está a cargo del Hospital de Clínicas en Sajonia. En un año de funcionamiento, se captaron huesos de seis donantes vivos y de tres cadavéricos, comentó el doctor Francisco Ferreira.
El primer caso de un donante cadavérico se registró el fin de semana pasado y marcó el inicio de otros casos similares que abren la posibilidad de aumentar las intervenciones de injerto óseo en Clínicas. Además, la primera intervención de injerto en un caso de tumor se concretó este mes.
¿QUÉ SE PUEDE DONAR? Vértebras, pelvis, fémur, tibia, peroné son algunas partes que se pueden extraer de un donante cadavérico. Todos los huesos se pueden donar, pero los médicos obtienen solo la pieza que los familiares permiten que se extraiga.
Las partes se usan para el apoyo en el recambio de prótesis de cadera o rodilla, en casos de déficit óseo de varios centímetros, o el injerto tras la extracción de huesos en pacientes con cáncer. Se colocan piezas cortadas o trituradas en el paciente, el cual se consolida al hueso y se regenera el tejido óseo que devuelve la movilidad a la persona. En el Banco de Tejidos, los huesos se pueden conservar hasta 10 años a -82 grados centígrados. Tras la ablación se deposita en un freezer y se cumplen tres fases.
El primer paso es hacer un hisopado del material (toma de muestras), se envía al laboratorio y dependiendo de los resultados, se pasa a la segunda fase. Luego es procesado en agua oxigenada y alcohol, se seca y se coloca en suero con antibiótico, tras cortarse en partes se hace otro análisis. Tras pasar todas las pruebas se almacena a temperatura bajo cero.