caceres.sergio@gmail.com
Desde el arquetipo heroico de Ulises, la moral del héroe siempre fue dudosa. Sin embargo, en el imaginario se instaló el prototipo del superhéroe superbueno, aquel impoluto e incorruptible donde Superman es el modelo desde el cual surgieron centenares con los mismos valores. Buscando variaciones literarias, y un poco más “humanas” en cuanto a su comportamiento, se crearon otros que volvían a aquel Ulises: fue Batman el que propuso la primera oscuridad y desde ahí también hay una genealogía interesante de superhéroes “no tan buenos”; de aquí surge este Escuadrón Suicida, villanos terrícolas que son la competencia de los Guardianes de la Galaxia y de otros equipos de tipos malos que hacen el bien porque no tienen más remedio, no precisamente por gusto.
No estamos precisamente frente a la Liga de la Justicia. Sus integrantes son casi todos humanos, es decir, no hay alienígenas, aunque sí hay algunos con superpoderes que nadie sabe de dónde provienen. Eso solo los seguidores del cómic pueden saberlo. Cada personaje está muy bien caracterizado y el proceso de reunión es de lo mejor que tiene la historia. Sin embargo, el enemigo principal y la batalla central ya no son tan sorprendentes, sino más bien caen en lugares comunes.
DC Comics sigue buscando la fórmula para encajar con sus personajes. El Escuadrón no llega tampoco a la altura de lo esperado, pero tiene sus momentos épicos y, por supuesto, la comicidad que no veremos jamás en Superman o Batman. No creemos que los fanáticos queden satisfechos, pues no es fácil lograr una adaptación acorde con lo que esperan todos. Por el momento, toda una serie de entregas está empezando. Disfrutemos mientras con este Escuadrón Suicida, preámbulo de lo que se viene.
Calificación: *** ½ (buena a muy buena)