EFE
Desde que en octubre se conocieran las acusaciones en contra del productor Harvey Weinstein, Hollywood vive meses tensos y convulsos con revelaciones duras y valientes de numerosas víctimas que se vieron respaldadas por los movimientos Me Too (Yo también) y Time’s Up (Se acabó el tiempo) para romper su silencio.
Al caso Weinstein se sumaron los de Kevin Spacey, Dustin Hoffman, James Franco, Brett Ratner, John Lasseter, Louis C.K. y Bryan Singer, dejando a la vista un sistema en el que las relaciones de poder basadas en el machismo y discriminación a la mujer parecen la norma.
En las premiaciones previas a esta Gala, el foco mediático estuvo pendiente de la reacción del cine a los escándalos sexuales. Los Globos de Oro dieron el pistoletazo de salida en enero con una gala política y reivindicativa, en la que casi todos los artistas vistieron de negro y muchos llevaban pines con la frase Time’s Up.
En la ceremonia, actrices como Nicole Kidman, Frances McDormand o Barbra Streisand mostraron apoyo a las víctimas y condenaron la cultura machista.
Y aunque la lista de nominados al Óscar sigue siendo un campo dominado por hombres, este año se colaron buenas noticias para la igualdad, como las candidaturas de Rachel Morrison, la primera mujer aspirante al Óscar de Mejor Dirección de Fotografía, o la de Greta Gerwig en el rubro de Mejor Director/a.
Los incipientes vientos de cambio en el cine también llevaron a Casey Affleck a renunciar a presentar este año la estatuilla a la Mejor Actriz, tras las protestas que recordaron que el intérprete estuvo involucrado en un caso de acoso sexual.