26 abr. 2024

Los Kim, dioses de carne y hueso de la dinastía comunista norcoreana

Aunque los ciudadanos de Corea del Norte dicen ser ateos, en el país existen tres dioses. Son los líderes de la dinastía Kim, omnipresentes en las calles de Pyongyang en forma de palacios, monumentos, carteles y pins.

635447979570736618w.jpg

El líder norcoreano Kim Jong-un durante un entrenamiento de paracaidistas | EFE

EFE

“Nuestros líderes son personas reales que hicieron mucho por nosotros, a diferencia de los dioses de las religiones”, comenta a Efe una funcionaria norcoreana de 30 años durante la visita al Palacio del Sol de Kumsusan, el templo más importante del país al albergar los cuerpos embalsamados de los dos primeros Kim.

Kim Il-sung, fundador del país en 1948 y su hijo Kim Jong-il, que gobernó desde 1994 hasta su muerte en 2011, ocupan los corazones de los norcoreanos, literalmente. Y es que todos y cada uno de los ciudadanos que se observan en las calles de Pyongyang llevan en la solapa izquierda, a la altura del corazón, un pin rojo con los retratos de ambos líderes como sentida u obligada muestra de devoción.

“El día en que murió Kim Jong-il fue el más horrible de mi vida, se me contrajo el alma”, recuerda con gesto afligido el guía turístico asignado a Efe en su visita a la ciudad, mientras deposita flores a los pies de una de las estatuas del dirigente que suman miles en todo el país.

“La muerte del líder no es comparable a la de un familiar cercano, es algo mucho más trágico”, confiesa.

Al igual que la inmensa mayoría de los norcoreanos, este devoto funcionario de 35 años dedicó incontables horas de su juventud a estudiar con admiración la vida y hazañas de sus líderes, ampliadas y mitificadas al máximo por el aparato propagandístico del régimen.

Por ejemplo, en el caso de Kim Il-sung, la choza donde supuestamente nació en el barrio de Mangyongdae se ha convertido en un museo que muestra los aperos de labranza de sus padres y abuelos, campesinos pobres que lucharon de forma ejemplar por la independencia de Corea contra el Imperio Japonés.

Esto es lo que relatan apasionadamente los guías ante un reducido grupo de periodistas extranjeros, que asienten a la explicación sabiendo que la familia del “presidente eterno” era en realidad de clase media y protestante, tal y como han corroborado los historiadores.

Las chozas de Mangyongdae son un santuario de obligada visita para los estudiantes de todo el país. Al ser preguntado sobre qué quiere ser de mayor, uno de los niños, de 14 años, contesta sin pestañear: “Soldado, para defender con mi vida al mariscal Kim Jong-un”.

No parece casualidad que la respuesta sea calcada a la exhortación "¡Defendamos con nuestras vidas al camarada Kim Jong-un!”, impresa en varios de los miles de pósteres y carteles de Pyongyang, una metrópoli donde la propaganda sustituye a la publicidad comercial.

El culto a la personalidad del dirigente de 31 años comenzó hace ya dos años y medio, cuando llegó inesperadamente al poder, y aparentemente ha calado en la población.

“Un día presencié una actuación en la que estuvo también el mariscal, y eso fue algo maravilloso, indescriptible”, relata visiblemente emocionada Rim Kyeong-hee, guía en inglés del museo dedicado a la Guerra de Corea (1950-1953) en Pyongyang.

Rim, de 26 años, sueña con conocer a su líder en persona. “Pienso que si trabajo duro, llegará el día en que pueda estrechar su mano”, comenta, mientras esboza una cándida sonrisa que contrasta con su verde traje militar.

Por si la educación, monumentos, carteles, templos y pins no son suficientes para asegurarse el monopolio de los corazones de los ciudadanos en torno a los Kim, el régimen somete al “apagón” a su población, que tiene prohibido conectarse a internet, ver contenidos extranjeros o viajar a otros países.

La Constitución, eso sí, permite practicar otras religiones y en Pyongyang existen iglesias protestante, católica y budista controladas por el Gobierno, aunque refugiados norcoreanos y organizaciones internacionales denuncian que en la práctica se reprime cualquier culto que no tenga como objeto a esta peculiar dinastía comunista.

Más contenido de esta sección
Momentos de tensión, con insultos y lanzamiento de piedras y petardos, se vivieron este jueves durante manifestaciones en Roma y en Milán cuando se encontraron miembros de la comunidad judía, que participaban en las conmemoraciones por el día de la Liberación del nazi-fascismo en Italia, y manifestantes pro Palestina.
Casi un centenar de estudiantes fueron detenidos este jueves en la Universidad del Sur de California (USC) en las protestas en contra de la guerra de Israel contra Gaza que se dan en el recinto universitario, informó la Policía de Los Ángeles, EEUU. Según las autoridades, las protestas iniciadas en Nueva York, y se extendieron a Texas, Nuevo México, California, Connecticut, Michigan, Minnesota, Illinois y Washington.
La relación del presidente de Argentina, Javier Milei, con sus perros ha levantado polémica en el país, después de que surgieran dudas sobre con cuántos canes interactúa y sobre el estado de salud de su mastín Conan, del que el mandatario habló indistintamente como vivo y como muerto.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó las protestas estudiantiles propalestinas que se han extendido por los campus universitarios de Estados Unidos, que calificó de horrendas y antisemitas.
El Moulin Rouge, símbolo emblemático de París, amaneció este jueves sin aspas por primera vez en 135 años, después de que se derrumbaran de madrugada sobre el bulevar de Clichy, en pleno corazón del barrio de Montmartre, a causa probablemente de una rotura en el eje que las sostiene.
Conocido como el “meteorito de Cuba”, fue depositado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid en 1871, pero investigadores españoles, cubanos y estadounidenses han demostrado que en realidad se trata de un resto procedente de una fundición y que la roca tiene un origen terrestre.