08 may. 2024

Los derechos humanos en Paraguay

Sergio Cáceres Mercado – sergio209@lycos.com

Mientras escribo esto se celebran en todo el mundo el Día Internacional de los Derechos Humanos. Son 69 años en que los seres humanos tratan de cumplir y hacer cumplir unas normativas que parten de la idea de que todos nacemos iguales. Bien mirada, la historia nos indica que fue un paso trascendental para considerarnos civilizados; los avances han sido innegables, especialmente en algunos países donde tales derechos se respetan y son divulgados entre la población.

Pero claro, en Paraguay su implantación ha tenido tantos obstáculos que es muy difícil hablar del tema sin recibir ataques. Tal es el punto de desconocimiento de muchos, que la consideran unos beneficios de algunos contra otros, antes que derechos que se aplican a todos por igual.

¿A quiénes no convienen los derechos humanos? A aquellos que viven explotando a sus semejantes convencidos de que hay gente que ha nacido para mandar y gente que ha nacido para obedecer; a aquellos que utilizan el Estado como habitáculo para sus negocios, reprimiendo a los que no comulgan con sus ideas; a aquellos cuya forma de entender las relaciones humanas es discriminando. ¿Le suena familiar? Por supuesto, usted vive en Paraguay, un erial donde históricamente sus hijos han sufrido guerras internacionales y civiles, dictaduras militares, explotaciones y discriminaciones de todo tipo.

Gran parte de estos pisoteos de los derechos humanos se han perpetrado desde el Estado, un Leviatán que ha sido más bien aliado de los poderosos oligarcas antes que del paraguayo que quiere salir de la pobreza. Son excepcionales los casos donde el Estado tendió su mano generosa al pueblo; más bien ha caído sobre él como un puño maldito.

Claro que en los discursos oficiales estas acciones son siempre omitidas, tergiversadas o directamente olvidadas. Justamente, mientras escribo esto, el Ministerio de Relaciones Exteriores lanza un comunicado donde afirma: “El Paraguay ratifica que estos derechos son universales e iguales indivisibles, interdependientes e inalienables, consagrados en la Carta Magna y en el Derecho positivo nacional”. Bien sabemos que muchos de los que integran el actual Gobierno consideran patrañas todo este rollo de los derechos humanos, pero a nivel internacional deben mostrar cierto rostro benevolente si no quieren pasar por sanciones de todo tipo.

Para que usted vea que el Gobierno actual continúa una larga tradición de pisoteo de los derechos humanos y, en muchos casos, lo ha empeorado, le invito a leer el informe 2017 que la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay lanza hoy en la Plaza de los Desaparecidos (Asunción), justo al lado del Palacio de López, es decir, en las narices del presidente y sus secuaces. Es un amplísimo informe que detalla lo lejos que estamos de cumplir en todos los campos que abarcan los derechos humanos, es decir, es un libro que explica por qué estamos como estamos y quiénes son los responsables.

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