Este sombrío panorama se observó por sobre todo en la zona del barrio Santa Ana, en las intersecciones de 36 y Paraguarí, 36 y Tacuary y 45 y Antequera, donde las aguas desbordadas ya cubren gran parte de las calles y en determinados casos incluso ya ingresaron a las mismas habitaciones.
La familia Alvarenga, que reside en 43 y Antequera, es una de las que debieron sacar a la vía pública sus camas, colchones, electrodomésticos y otros muebles, debido a que la inundación ya alcanzó todas las dependencias de su hogar.
Selena Alvarenga indicó que en la zona se cobra G. 200.000 por la mudanza en camión, que retaceando puede bajar a G. 150.000, y G. 100.000 en motocarga, montos que dijo no poder pagar.
La complicación también se dio para aquellos evacuados que ya se encontraban en algunos espacios públicos, como el paseo central de la avenida 21ª Proyectada, para levantar sus casas temporales de terciada y chapa.
Pedro Quiñónez, quien salió de 39 y Tacuary, apuntó que “muchos sitios donde nos ubicaron para el refugio temporal se llena de barro y eso hace difícil nuestra permanencia en el lugar. Y con la lluvia no se puede construir las casas que vamos a habitar. Eso aparte de que con este tiempo inestable el nivel del río va creciendo y afectando a mucha más gente”, lamentó.
MOVILIZACIÓN. Un numeroso grupo de pobladores de diferentes puntos del Bañado Norte, como Tablada Nueva, Banco San Miguel, entre otros, se manifestaron ayer sobre la avenida Artigas, bloqueando el tráfico por varios minutos, en demanda de una asistencia adecuada para los afectados por la inundación.
Susana Fleitas, una de las damnificadas por el fenómeno de la crecida, expresó que “no hay ayuda efectiva por parte de las autoridades de instituciones de emergencia. Muchos salen por su cuenta de sus casas que ya están bajo agua”.
Los ribereños aseguraron que seguirán realizando estas manifestaciones para llamar la atención de los responsables de proveer ayuda para el traslado de la gente y materiales para levantar sus casas en los campamentos habilitados.
Se resiente transporte en Tacumbú
A medida que suben las aguas del río Paraguay y llegan a afectar las arterias que ingresan a diferentes zonas de los bañados de Asunción, el servicio del transporte público se va resintiendo.
Tal es el caso que se plantea en el Bañado Tacumbú, a raíz de que la inundación ya cubrió varios tramos de la calle Urcisino Velazco, lo que hace que las unidades de la Línea 37 B solo ingresen hasta determinados sectores, dejando a numerosos pobladores sin un medio para llegar a sus domicilios. Esto hace que la gente deba salir caminando desde sus viviendas por las vías anegadas o rebuscarse por algún rodado que los haga llegar a destino.
Soledad de la Cruz, quien reside en este punto de la capital, explicó que a pesar de la crecida debe llegar hasta su lugar de trabajo de cualquier manera, por lo que apela al uso de motocargas, que cobran G. 2.000 a modo de pasaje, para sacar a las personas desde sus áreas inundadas hasta los puntos altos.