El festejo fue doble en el tradicional Gran Rex, donde Les Luthiers aún saborean su premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, ganado días atrás.
“¡Gracias, gracias, gracias! Este premio es una de las pocas cosas en toda nuestra historia. Ahora podemos confesarlo sin rubor, que soñábamos con ganar”, dijo con su voz inconfundible de locutor de música clásica Marcos Mundstock, presentador desde que fundaron el ensamble, en 1967.
El teatro se vino abajo de la emoción cuando Mundstock citó al inefable personaje de ficción que cumple 50 años: Johan Sebastian Mastropiero. “Mastropiero sintió el llamado de la música y empezó a componer. Después de escuchar las composiciones, la música no lo llamó más”, bromeó.
“Nuestra única pretensión en 50 años fue hacer un buen trabajo, aprender, mejorar y ejercer con altura este bendito oficio de hacer malabarismo con la música, las palabras y las ideas, para que el público se ría a carcajadas”, señalaron. En Gran Reserva recorren páginas de otros shows, como la caricatura de un bandolero del lejano oeste en Lo que el sheriff se contó, o la parodia a la banalidad de la televisión en Entreteniciencia familiar. AFP