Marcos Medina, recientemente destituido ministro de Agricultura y Ganadería, señaló al Ministerio de Industria y Comercio (MIC), a Aduanas y al Senacsa como las entidades que más debieron rendir cuentas al Poder Ejecutivo sobre el ingreso de carne brasileña de contrabando al país. Sostuvo que el Ministerio que estaba a su cargo no tuvo injerencia directa en el caso.
Sin ser muy directo y con expresiones sutiles, Medina responsabilizó de todos modos al ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, al expresar que dentro del equipo de crisis que se hizo cargo de las investigaciones posteriores a la aparición de irregularidades se generaron muchas tensiones.
“Quizás por momentos las formas de ver las estrategias y que no coincidían terminó por hacer tomar la decisión al presidente de la República, de bajar la tensión a nivel interno”, destacó en referencia a cómo decantaron los acontecimientos que, finalmente, llevaron a su destitución, junto con el titular de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), Nelson Valiente, y del viceministro de Ganadería, Marcelo González Ferreira.
A su criterio, los organismos que tienen injerencia directa con el control de lo que ingresa al país son el MIC, la DNA y Senacsa. Centró la defensa de su actuación en que el MAG fue la primera cartera de Estado en informar a Cartes de lo ocurrido; sobre todo, cuando empezaron a aparecer las inconsistencias en torno a las estadísticas de carne importada sin documentación, desde el Senacsa (que autorizó 3.500 toneladas) y DNA (que tenía registrada la cantidad de 7.500 toneladas).
Insistió en que el MAG es en este caso el último eslabón en la cadena, con lo que dejó claro que el MIC es el ente que debió rendir cuentas, pero cuyo titular continúa al frente del mismo.
Sobre su salida, dijo que puntualmente no está vinculada con su gestión y con la transparencia demostrada sobradamente, sino con la coyuntura, donde dos miembros del Gabinete (refiriéndose a Leite y a él) tuvieron formas diferentes e interpretaciones distintas.
“irresponsable”. Otro que lanzó dardos directos contra Leite fue el abogado del Frigorífico Concepción, Pedro Ovelar, quien sostuvo que el caso que afecta a la empresa y todo lo que está pasando por el ingreso de la carne y las destituciones en entes y ministerios, es consecuencia de la “irresponsabilidad” del titular del MIC.
Señaló que cuando surgió el procedimiento, el Ministerio utilizó un decreto de 2006 –de carácter temporal por la aftosa que había en Brasil– para afirmar que el frigorífico incumplió.
“Si analizamos la gestión de Leite en todo esto, ¿por qué él cae bien parado si tampoco hizo cumplir su licencia previa de importación? Leite cree que es un todólogo, sabe qué se califica como contrabando, cómo se deben hacer los negocios, etc. Está metido en combustibles, en el acero, y en todo traba. Aprovecha para reinar en el ambiente presidencial metiendo injurias, malicias, maquillando sus acciones, como para ser siempre el indispensable”, afirmó Ovelar.
El abogado del Frigorífico Concepción expresó finalmente que Leite “no es una persona que le haga bien al Paraguay, porque dice una cosa y hace otra”.