El Auriazul llegó al primer gol al minuto del partido y también a los 60 segundos del complemento.
Luqueño expuso mucho carácter para llegar a la paridad.
Fabio Escobar, quien estuvo muy concentrado, aprovechó un centro preciso de Lusardi para poner al frente al equipo de Santísima Trinidad.
El Auriazul recién después de ese sacudón se organizó y comenzó a mostrar ese buen fútbol colectivo, pero tuvo inconvenientes para llegar con claridad hasta la última zona del adversario.
Rubio Ñu también tuvo un par de ocasiones como para aumentar la ventaja que tenía.
José Leguizamón, en gran acción, ganó un balón en su campo, eludió a rivales y lo llevó hasta la cabecera del área de Rubio Ñu, allí cedió a Jorge Ortega y este definió muy bien para la paridad.
Antes de la conclusión de la primera parte, Walter Clar pegó un pelotazo en el caño izquierdo de Arnaldo Giménez, portero de Luqueño.
Otro golpe. Al reiniciarse el complemento, de nuevo golpeó el Rubio. Esta vez el turno para la definición le tocó a David Robles, tras un córner.
De nuevo tuvo que remar agua arriba Luqueño.
Fue la picardía de Federico Ortiz el que le dio el empate, pues Di Vanni le adelantó el esférico y el primero concluyó la jugada al enviar la pelota a la red. Rubio Ñu mejoró y mucho y de a poco sale de la zona complicada. No ganó, pero el punto le sirve para fortalecer su promedio.