El resultado es consecuencia de las provisiones extraordinarias que se realizaron en el ejercicio por el caso Inverlink, relacionado con un millonario fraude al Estado chileno, señaló el documento.
De no haber sido por este caso, el grupo financiero habría alcanzado un 2,9 % de crecimiento, estimó el documento.
BBVA fue condenado en abril del 2016 a pagar 1,7 millones de dólares por intereses a la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), además de una indemnización de 24.462 millones de pesos (unos 36 millones de dólares), tras ser sentenciado por su participación en una triangulación de documentos financieros hurtados del organismo estatal, junto con Inverlink y Scotiabank.
Además del caso Inverlink, la entidad financiera señaló al “bajo dinamismo económico”, “al estancamiento de la inversión” y “al moderado crecimiento de las colocaciones bancarias”, así como una “reducción en la rentabilidad del sistema financiero”, los factores responsables de la baja en las utilidades.
“En un entorno complejo hemos sido capaces de reducir la prima de riesgo y morosidad, mejorar las ratios de solvencia y generar un resultado, sin considerar los extraordinarios, que es el más alto de la historia del banco”, sostuvo el gerente general, Manuel Olivares.
El ejecutivo destacó que en 2016 un 34,5 % de las ventas totales se realizaron a través de canales digitales y que un 33 % de los clientes hizo sus operaciones bancarias de forma regular a través de los teléfonos móviles.
“Queremos cuidar el tiempo valioso y escaso de nuestros clientes y poner a su alcance las oportunidades de esta nueva era”, señaló Olivares al hablar sobre los desafíos futuros que enfrenta el grupo financiero.
En 2016 la banca chilena obtuvo beneficios netos por valor de 1.964.924 millones de pesos chilenos (unos 3.032 millones de dólares), un 12,5 % menos que en 2015.
Durante ese período, el BBVA alcanzó las ganancias mas bajas respecto a sus pares en Chile.