Los frecuentes temporales dejan a su paso varios destrozos y en zonas vulnerables, como los bañados de Asunción, las secuelas y el temor son mayores, ya que la mayoría de los hogares en dichos barrios cuentan con una infraestructura precaria. Alrededor de 100 mil personas habitan los bañados, según el censo del 2012.
En casi cada vivienda existe un promedio de 4 a 6 niños, quienes no resisten la tentación de salir al patio y a las calles a jugar en el charco que queda tras cada lluvia. Aunque ello podría significar el aliado perfecto de enfermedades respiratorias, pareciera contribuir para que los pequeños puedan despejarse un poco, luego de la noche en vigilia y el miedo que pasaron tras cada temporal.
“Por las noches, cuando llueve, no podemos dormir porque en la casa gotea mucho y se llena de agua la pieza. Lo que nos falta son más chapas para reforzar el techo y así deje de gotear. Con lo que gana mi marido no nos alcanza y yo no puedo trabajar porque tengo que cuidar a los chicos”, comenta Cinthia, que al igual que varios de sus vecinos su vivienda está constituida por terciadas, chapas y carpas recicladas.
Temporal. La tormenta de ayer ocasionó de vuelta caída de árboles en varios puntos del país, derrumbe de puente y techos, además de los infaltables cortes de energía eléctrica y raudales. Este fin de semana se espera ambiente cálido a caluroso y probables precipitaciones dispersas.