“La época del monzón entrante significa que el tiempo se acaba. Debemos operar eficientemente y diligentemente para ayudar a la gente que lo ha perdido todo”, dijo la directora del Programa, Ertharin Cousin, en un comunicado tras visitar zonas afectadas.
“Podemos ver que la comida no es la única necesidad ahora. La gente también necesita refugio inmediato. Por eso estamos apoyando a nuestros socios para llevar también artículos de cobijo donde podemos”, afirmó la director al término de su visita de tres días al país asiático.
Este organismo de Naciones Unidas distribuyó alimentos a más de 250.000 personas en los distritos de Dhading, Gorkha, Nuwakot, Rasuwa y Sindhupalchok, unas de las zonas más afectadas por el seísmo en Nepal, donde calcula que cerca de 1,4 millones de personas necesitarán ayuda alimentaria durante los próximo tres meses.
El PMA estima necesarios 116.5 millones de dólares para garantizar esta ayuda, más otros 34 millones para logística y telecomunicaciones.
El primer ministro nepalí, Sushil Koirala, avisó hoy de que la crisis que padece su país tras el terremoto podría empeorar considerablemente si los damnificados no reciben la ayuda que necesitan antes de la llegada de las lluvias del monzón, que se esperan en junio.
De acuerdo con las últimas cifras oficiales, el terremoto ha dejado más de 7.200 muertos y 14.200 heridos, una cifra parcial que será probablemente mayor una vez que los equipos de rescate lleguen a los lugares más alejados en los distritos más castigados.
El terremoto de 7,8 grados del 25 de abril ha sido el de mayor magnitud en Nepal en 80 años y el peor en la región en una década desde que en 2005 otro seísmo ocasionara más de 84.000 muertos en Cachemira.
