“Necesitamos restaurar la confianza en nuestro orden mundial y en las capacidades de nuestras instituciones nacionales y regionales para responder a los problemas de forma efectiva”, dijo el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
El jefe de la ONU presentó ante la Asamblea General un informe con sus propuestas para la cumbre de Estambul, una de sus grandes apuestas personales y una cita clave de su último año al frente de la organización.
En la ciudad turca se reunirán gobiernos, organizaciones internacionales, sector privado y afectados por distintas crisis para proponer tanto soluciones a los problemas más urgentes como para diseñar una agenda de cara al futuro.
Ban pretende que la reunión vaya más allá del concepto clásico de ayuda humanitaria y marque el inicio de una gran transformación de la forma en que la comunidad internacional responde a los conflictos y a las necesidades de la población.
“La Cumbre Mundial Humanitaria es el momento de que nos reunamos para renovar nuestro compromiso con la humanidad y la unidad y cooperación requerida para prevenir y terminar con crisis y reducir el sufrimiento y la vulnerabilidad de la gente”, explicó hoy.
Ban argumenta que en un mundo con necesidades humanitarias sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial ha llegado el momento de dar un gran giro como el que hubo tras ese conflicto e impulsar una “visión unificada” que ofrezca resultados tangibles.
Para ello, plantea una estrategia que tiene como primera clave la necesidad de un compromiso de los líderes internacionales para terminar con las guerras y evitar nuevos conflictos.
“Debemos pasar de gestionar crisis a prevenirlas”, subrayó el diplomático coreano, que defiende la importancia de que la comunidad internacional actúe antes de que los conflictos se desaten.
El segundo punto de la propuesta de Ban pide a todos los Estados miembros el respeto de las normas humanitarias básicas, por ejemplo, abandonando los bombardeos sobre poblaciones civiles, un crimen que la ONU ha denunciado repetidamente en Siria.
“Incluso las guerras tienen normas. Es momento de aplicarlas”, explicó el secretario general.
Los otros tres ejes del documento que presentó hoy tienen un carácter más general y subrayan, por ejemplo, la necesidad de asistir a las poblaciones más vulnerables, de buscar fórmulas para repartir mejor la recepción de refugiados o de impulsar los derechos de mujeres y niñas.
Ban también destaca la importancia de invertir en políticas de desarrollo para pasar de “dar ayuda a terminar con las necesidades” y de mejorar las vías de financiación de la cooperación internacional y la transparencia en el gasto.
La cumbre de Estambul, que tendrá lugar los días 23 y 24 de mayo, llega según la ONU en medio de una crisis humanitaria global sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, con unos 60 millones de desplazados por las guerras y la violencia y cada vez más afectados por desastres naturales.
En la reunión se espera que los países anuncien nuevos compromisos individuales en materia humanitaria y que acuerden principios generales para tratar de mejorar las vidas de las víctimas de conflictos y desastres.
El coordinador humanitario de la ONU, Stephen O’Brien, recordó en una rueda de prensa que la cumbre no es una conferencia de donantes, por lo que más que contribuciones financieras, lo importante será ver “voluntad política” de los líderes internacionales.
