22 may. 2025

La Fiscalía limpió a testigo estrella del cartismo del 31M

El Ministerio Público llamativamente limpió a uno de los imputados por la toma del Congreso Nacional cuya declaración fue utilizada como bandera política por parte del cartismo, con fin de exponer a líderes de la oposición de ser los supuestos responsables del incendio del Congreso Nacional durante la manifestación contra la enmienda presidencial que se realizó el 31 de marzo pasado.

A fuego y sangre.  Los hechos sucedidos el 31 de marzo frente al Congreso marcan historia.

A fuego y sangre. Los hechos sucedidos el 31 de marzo frente al Congreso marcan historia.

Hablamos de Eduardo Rodrigo Mendieta Acosta, un joven de 18 años del barrio Ricardo Brugada que había declarado que fueron los líderes políticos del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) los que le pagaron 100.000 guaraníes para que él junto a otros jóvenes chacariteños vayan a la plaza frente al Parlamento a armar “sarambí”.

Incluso, mencionó que les entregaron aproximadamente cinco mochilas con bombas 12x1, y que supuestamente había otros bolsones que estaban cargados con bombas molotov.

EN LA MIRA. Este joven, que se convirtió en el testigo estrella del oficialismo, había sido imputado por los agentes fiscales Eugenio Ocampos y Aldo Cantero por el hecho punible de perturbación a la paz pública. Durante este tiempo también el Juzgado Penal de Garantías había decretado su rebeldía porque no era sometido a proceso estando con medidas alternativas a la prisión.

Sin embargo, Mendieta no figura en la lista de acusados por la Fiscalía.

Pero aunque no esté entre los acusados, dentro de la argumentación y el relato de los hechos sí es mencionado Mendieta, quien fue filmado, según la acusación, dentro de la sede del Congreso Nacional.

En caso contrario se da, por ejemplo, con el caso de Luis Buongermini. Aunque la Fiscalía sostiene que él no llegó a ingresar a la Cámara de Senadores, sí se sostiene su acusación, supuestamente por incitar a la toma, pero los fiscales acusan por perturbación a la paz pública y no por incitación a cometer hechos punibles.