La oferta de Talgo se impuso en el denominado “contrato del siglo” -el mayor de la historia de Renfe- a la también compañía española CAF, la francesa Alstom y la alemana Siemens.
Un quinto aspirante, el grupo canadiense Bombardier, quedó descalificado en la fase de la evaluación de las ofertas técnicas.
El ministro destacó que la oferta de Talgo, con un coste total de 786 millones de euros (835 millones de dólares) entre suministro y mantenimiento, supone una rebaja del 28,3 % respecto al precio máximo que estaba dispuesto a pagar Renfe por los 15 primeros trenes y su mantenimiento durante 30 años.
El contrato contempla una opción a otros quince trenes más, que Renfe -compañía pública- solicitará por lotes de cinco en función de sus necesidades, además de una prórroga del período de mantenimiento a 10 adicionales.
Los licitadores cuentan a partir de ahora con 15 días para presentar alegaciones si lo desean, en lo que ya se adelantó Alstom, al pedir el pasado viernes a Renfe más información sobre los criterios de puntuación de algunos aspectos de la oferta de Talgo que suscitan dudas al fabricante galo.
Con este concurso, Renfe pretende dotarse de una flota necesaria para atender el aumento de la demanda prevista en los próximos años y la apertura de nuevas líneas de alta velocidad, además de ganar en competitividad de cara a la futura liberalización del sector, que será obligatoria en la UE a partir de 2020, recalcó el ministro.