Tras las publicaciones periodísticas sobre la denuncia contra sacerdotes de la Congregación Oblatos de María Inmaculada por supuestos hechos de abuso sexual de menores, la CEP se prenunció en contra de tales hechos y se comprometió en luchar contra eventos de este tipo.
“Estos hechos no los aceptamos y los condenamos porque contradicen el mensaje cristiano y la misión de la iglesia, y pedimos perdón por ellos. Rechazamos la acusación de encubrimiento de los hechos y ratificamos nuestro compromiso con la verdad, la transparencia y la acción firme”, dicta el escrito.
La denuncia compromete a los sacerdotes Francisco Javier Bareiro y Gustavo Ovelar, de la Congregación Oblatos de María, que trabajaban en la parroquia de Paso Yobái, de la Diócesis de Villarrica, y que fueron separados del cargo; de todo lo cual se informó a la comunidad y al fuero civil, que es la instancia que corresponde.
Obispos expresaron que seguirán las investigaciones sobre lo sucedido teniendo encuentra el protocolo para indagar denuncias contra clérigos sobre abuso sexual de menores, “hasta que los culpables sean severamente sancionados como corresponde”.
Entre los puntos citados en el comunicado, resaltaron el compromiso de los religiosos en la búsqueda de la verdad, por lo que valoraron el papel de la prensa en tal sentido; con respecto a la formación de la opinión pública.
Se solidarizaron con los afectados por los graves delitos y “asumimos nuestra responsabilidad de pastores, nos comprometemos a luchar debidamente para evitar que hechos de esta naturaleza produzcan el incalculable daño a todos los que confían en la iglesia”, aseguraron.