20 jun. 2025

Itapúa: Premian a barrendero tras dar cátedra de honradez

Raúl Cortese

ENCARNACIÓN

Nada será igual para Diómedes Villalba, conocido como Tito, y su familia, integrada por su esposa y cinco hijos, pues ayer su vida dio un giro y fue premiado por la honestidad que demostró al devolver una billetera que encontró en la Playa San José.

El hombre reside en una humilde vivienda alquilada en el barrio Arroyo Porã del vecino distrito de Cambyretá, donde paga G. 250.000 de alquiler. Desde el 2015 trabaja como empleado municipal en el área de limpieza, y fue precisamente realizando sus tareas que encontró, debajo de un banco de madera, una billetera de color negro con 1.500 dólares en su interior y 600.000 guaraníes en efectivo.

“Encontré y busqué algún turista que estuviese cerca, pero no había nadie, después les dije a unos vendedores ambulantes que si algún turista reclamaba por su billetera le avise que yo tenía, me dijeron que era un tonto si devolvía”, relató el funcionario.

Entre los billetes encontró un número de celular y llamó, lo atendió una señora. “Hablaba castellano y yo en guaraní por los nervios, no nos podíamos entender y poner de acuerdo hasta que finalmente se concretó la devolución”, relató Villalba.

RETRIBUCIÓN. No dudó ni un segundo en hacer lo correcto y la vida pronto lo recompensó, pues horas después el funcionario recibió un reconocimiento de parte del intendente de la ciudad por su gesto de honestidad como funcionario público, además de un ascenso en su lugar de trabajo y, consecuentemente, un aumento de sueldo.

Pero eso no es todo, la señora Aurora López (90), conmovida por la acción de Villalba, decidió regalarle un terreno y una heladera. “Esto ya es tuyo, vos vas a decidir qué hacer con él, a la gente honesta hay que cuidarla”, manifestaba la mujer.

A Villalba le resultaba muy difícil reaccionar, pues le ganó la emoción. “No sé qué decir, estoy sorprendido, no puedo creer que esto sea verdad”, explicó emocionado.

Trascendió que la solidaria mujer es de nacionalidad argentina, vive sola y recibe muy poca visita de sus familiares.

El terreno en cuestión está evaluado en unos 60 millones de guaraníes y Tito Villalba aún no tiene decidido qué va a hacer con él.