23 abr. 2024

Inmigrantes forman una federación

Por Susana Oviedo

Multinacionalidad.  Masami Aramaki, Nicolás Ermakoff, Juan Luis Caravedo, padre Jairo Guidini y Alain-Gérard Georgi, de la comisión directiva de la Fedipar

Multinacionalidad. Masami Aramaki, Nicolás Ermakoff, Juan Luis Caravedo, padre Jairo Guidini y Alain-Gérard Georgi, de la comisión directiva de la Fedipar

soviedo@uhora.com.py

Una silenciosa lucha contra las coimas exigidas a los extranjeros para agilizar la expedición de carnés de radicación, ayudas humanitarias a inmigrantes en condiciones de vulnerabilidad, asesoría legal y ahora el directo involucramiento en la elaboración de una nueva ley de migraciones y una ley de amnistía migratoria mantienen en permanente actividad a los miembros de la comisión directiva de la Federación de Inmigrantes del Paraguay (Fedipar).

La organización es nueva. Se creó el 4 de febrero de 2011, con la participación de migrantes de 10 países. Ahora ya son más naciones, y también los desafíos.

Hallaron un sitio en la Capellanía del Migrante, en el ex Seminario Metropolitano, para reunirse periódicamente, poner en común los problemas de sus respectivas colectividades y buscar soluciones. En estos momentos, la Fedipar acompaña una nueva ley de amnistía migratoria y la reforma total de la Ley 978/96 de migraciones.

“Somos todos voluntarios, algunos representan a sus asociaciones o están en carácter personal en la organización. El que se integra a la Fedipar tiene que venir con espíritu de servicio”, presenta la organización Juan Luis Caravedo, presidente.

Él y sus compañeros de la directiva valoran que por primera vez tienen hoy la oportunidad de opinar como extranjeros inmigrantes y que instituciones como el Ministerio del Interior y la Dirección General de Migraciones acojan sus ideas, sugerencias y aportes tanto para agilizar la expedición de carnés de radicación, como para actualizar la Ley de Migraciones, que es del año 1996 y se encuentra desfasada.

“En la ley vigente, el criterio para valorar al extranjero es: si el inmigrante trae dinero, que pase adelante, lo cual es errado. Para nosotros lo que hay que investigar son los antecedentes policiales y penales”, opina Caravedo, peruano y con cerca de 30 años de residencia en el Paraguay.

Cuestiona, además, lo que se establece: “Los disminuidos por defectos físicos o psíquicos congénitos o adquiridos, o una enfermedad crónica” no pueden ser admitidos en el país.

“Esto es inconcebible”, expresan asombrados los integrantes de la comisión directiva de Fedipar, que también ven como un factor que desalienta la venida de extranjeros al Paraguay los aranceles que deben pagar para obtener la radicación permanente, cuyo trámite demanda un mínimo de G. 1.200.000.

Además del requisito de depositar por un mes en un banco 5 mil dólares en caso de no poder presentar un contrato de trabajo para garantizar solvencia.

“Hay una serie de aranceles que hay que sumar, incluyendo los que se abonan en el país de origen para autenticar los documentos personales, los que para una familia con hijos aumentan el costo”, dice Caravedo.

REGULARIZACIÓN Una nueva ley de amnistía migratoria es el objetivo inmediato de la Federación. La razón, según señalan, es que con la anterior ley, la número 429/11 vigente hasta el 21 de enero último, solo unos 5 mil extranjeros que vivan en el país en forma ilegal pudieron acogerse a las facilidades de la amnistía y regularizar su permanencia en el país.

Alain-Gérard Georgi, francés, cuenta que 6 paisanos suyo que llevaban 25 años viviendo en el Paraguay, no tenían documentos de radicación. Pagaban una coima periódica a la policía para no ser molestados.

“No podían reunir la suma que le pedían gestores de la Dirección de Migraciones para obtener su radicación”. Los inmigrantes en Paraguay, dicen los directivos de Fedipar, quieren tener la seguridad para vivir como ciudadanos que trabajan legalmente, que pagan sus impuestos y que tienen las condiciones para desarrollarse en el país que los acoge.