AFP
CATALUÑA - ESPAÑA
Los independentistas catalanes pusieron ayer los cimientos para una nueva investidura de su líder Carles Puigdemont, instalado en Bélgica, augurando un nuevo choque con el Gobierno español tras el fallido intento de secesión de finales de octubre.
En la primera sesión parlamentaria desde entonces, los separatistas retomaron el control del parlamento regional y pusieron al frente a uno de sus diputados, Roger Torrent, de 38 años, que se impuso con 65 votos contra 56 del candidato opositor.
También consiguieron controlar el órgano rector de la institución, con 4 de sus 7 miembros surgidos de sus filas, que en los próximos días debe decidir si permite una investidura a distancia de Puigdemont rechazada por el Gobierno español de Mariano Rajoy. Hasta 8 diputados no pudieron asistir a la sesión: cinco de ellos estaban en Bélgica, entre ellos el mismo Puigdemont, y tres más en prisiones de Madrid. En la cámara, su ausencia se hizo notar con cuatro grandes lazos amarillos, símbolo de protesta contra su situación.
En el exterior del parlamento, blindado por motivos de seguridad, cientos de militantes independentistas se congregaron para seguir cómo sus representantes recuperaban la institución.
La cámara fue disuelta el 27 de octubre por Rajoy, horas después de que en una votación seguida por toda Europa se aprobara una declaración unilateral de independencia para fundar una fallida república. Ese mismo día, el Gobierno central tomó el control de la región, destituyó el ejecutivo de Puigdemont y convocó nuevas elecciones para el 21 de diciembre en esta región de 7,5 millones de habitantes dividida sobre la secesión.
Pero a pesar de tener numerosos candidatos en el extranjero o en la cárcel, investigados por rebelión y sedición, los independentistas renovaron su mayoría parlamentaria con 70 escaños sobre 135 y un 47,5% de los votos y se disponen a recuperar el poder regional.
El próximo paso es investir al presidente en la sesión de investidura que debe celebrarse como muy tarde el 31 de enero.
Los dos principales partidos separatistas, Juntos por Cataluña de Puigdemont e Izquierda Republicana de Cataluña, anunciaron un acuerdo para investir a Puigdemont, aunque no precisaron cómo hacerlo.
Perseguido por la justicia española, el líder independentista quiere ser investido desde Bélgica por videoconferencia o mediante un discurso leído por otro diputado.
Pero Mariano Rajoy no aceptará que Puigdemont gobierne telemáticamente desde Bélgica esta región mediterránea. “Recurriré el primer acto administrativo” en este sentido, dijo a los periodistas el martes.