El caos vehicular, los desvíos y cierres de calles de a poco acaban con la postura solidaria de aquellos ciudadanos que consideran válidas las protestas de ambos sectores. La impaciencia y el nerviosismo se apodera de muchos y en algunos casos se producen cruces de voces y agresiones.
Un claro ejemplo de ello se vivió este jueves en la zona del microcentro de Asunción, donde un automovilista bajó de su auto y se tomó a gritos con un grupo de los campesinos movilizados y los trató de haraganes. Un motoclista también se enfrentó con los labriegos.
El caos vehicular también afectó a una ambulancia que debió hacerse camino en medio de la aglomeración de vehículos en la intersección de Ygatimí y Brasil, en Asunción, mientras la movilización bloqueaba parte de la avenida Ygatimí.
Si bien se coordinaron itinerarios de las marchas con los policías de Asunción y los agentes de Tránsito, los manifestantes decidieron cambiar de rumbo esta mañana y esto provocó de nuevo el caos en la capital.
Más allá de las movilizaciones, también existe un importante número de ciudadanos que quiere llegar hasta su lugar de trabajo, hospital o casa. A muchos les tocó llegar a pie al trabajo, esperando la compresión de sus empleadores.
Es innegable que existe una realidad del campesinado pobre del país, que debido a la sequía o falta de mercado no puede pagar sus cuentas. Las cooperativas también defienden su autonomía e intereses.
Sin embargo, las autoridades siguen sin dar respuesta a los sectores. Y en las calles y la redes sociales se percibe fuertemente que la impaciencia y el respaldo ciudadano van muriendo lentamente.
Uno de los principales discursos del campesinado, que pide la condonación de sus deudas, es que “el Gobierno subsidió la compra de nuevos buses, pasaje y combustible a empresarios, sin embargo, no puede dar respuesta al sector pobre”.
El Gobierno hizo un llamado al diálogo, pero esto tras tratar a los campesinos de sinvergüenzas. Las manifestaciones llevan 14 días consecutivos.
Por su parte, los cooperativistas reclaman que el IVA al sector afectará a los créditos y señalan que cumplen varias funciones que el Estado no puede para el bienestar ciudadano.
Los políticos también vieron una ventaja en la multitud convocada en la capital, el ex presidente Fernando Lugo, diputados del PLRA y candidatos al directorio, parlamentarios del Frente Guasu y otras figuras que se perfilan como candidatos a cargos electivos también sacaron provecho y no dejaron de participar del micrófono abierto en la plaza de armas.