La organización proderechos humanos denunció que el sistema de detención de inmigrantes sigue sufriendo importantes problemas, a pesar de las promesas del presidente estadounidense, Barack Obama, para dotarlo de más supervisión y unos servicios sanitarios mejorados.
El informe llega después de que las autoridades publicaron el pasado junio una revisión de 18 de los 31 fallecimientos de inmigrantes detenidos que se registraron entre mediados del año 2012 y mediados de 2015.
Según dos expertos médicos independientes consultados por HRW, unos cuidados médicos inadecuados contribuyeron en al menos 7 de esas 18 muertes, mientras que en la gran mayoría de los casos hubo algún tipo de mala práctica que pudo poner en peligro a los detenidos.
Las 18 muertes analizadas afectaron a 13 centros de detención e incluyen a ciudadanos de México, Honduras, El Salvador, Canadá, Jamaica, Antigua y Barbuda, Mozambique y Guatemala, algunos de ellos residentes permanentes en EE.UU. y otros sin regularizar, incluidos al menos seis que habían buscado protección como refugiados.
Además, HRW llamó la atención sobre el cuidado incorrecto de personas con problemas mentales, por ejemplo con un mal uso del aislamiento.
En tres casos, en los que los detenidos se suicidaron por problemas mentales serios, los expertos consideran que esa mala atención “pudo exacerbar significativamente” sus problemas.
“Muchas de las peligrosas prácticas médicas halladas en estas revisiones deberían haber sido evidentes en las auditorías federales rutinarias de los centros de detención de inmigrantes”, señaló en un comunicado Clara Long, investigadora para EE.UU. de HRW.
En total, Estados Unidos cuenta con la capacidad de mantener hasta 34.000 inmigrantes en detención al mismo tiempo, repartidos en más de 200 instalaciones que incluyen cárceles, centros privados y algunas prisiones federales.
Según HRW, la mayoría de los cientos de miles de personas que pasan cada año por este sistema están sujetas a duras leyes de detención obligatoria, que no permiten un examen individualizado de la decisión de detenerlas durante sus procedimientos de inmigración.