REDACCIÓN|CDE
Ubicado en el barrio 23 de Octubre, bajo la supervisión de la Hermana Superiora Zenir Varela, quien junto con 3 hermanas más y 7 señoras voluntarias, cuidan con esmero de 38 adultos mayores de los cuales solo 5 recibe regularmente la visita de algún familiar, el resto de tanto en tanto recibe la compañía de amigos o personas extrañas.
Esta institución recibe a personas desde los 66 años. Las personas que viven en la casa tienen una antigüedad de entre 16 a 17 años.
“Hacemos lo mejor que podemos por estas personas, es nuestro servicio y la ayuda de terceras personas como colegios e instituciones religiosas que siempre nos están acercando víveres es muy importante. Todo acto de caridad es bienvenido para nosotros. Gracias a Dios nunca ha faltado nada en el hogar”, comentó la hermana.
RUTINA. El hogar cumple una rutina diaria que se inicia a las 07:15 con el desayuno; 09:30 media mañana, 11:00 rezo en grupo 11:30 almuerzo. Luego, casi todos hacen la famosa siesta. Más tarde, a las 15:00 merienda, 18:00 rezo del Santo Rosario y finalmente 18:30 cena.
La estructura edilicia está dividida en 2 pabellones, una para mujeres y la otra para varones. Posee 8 dormitorios con varias camas cada una.
Además cuenta con su propia capilla en donde realizan las actividades religiosas. Cuentan con un comedor enorme donde se sirven las refecciones del día. Tienen un patio bien ornamentado con plantas y flores que es una de las tantas actividades que realizan los ancianos.
El hogar cuenta con el apoyo de una médica que asiste a los mayores cada semana. En caso que ellos tengan un problema grave, son trasladados al centro de salud, ya que la institución carece de presupuesto para asistencia particular.