El sindicato de funcionarios graduados y universitarios de la Contraloría General de la República se declaró ayer en asamblea permanente, ante las publicaciones periodísticas que demuestran la falta de transparencia y el despilfarro en el manejo de los recursos de la institución.
Los funcionarios que a la hora de la salida de la institución se manifestaron, expresaron su repudio “hacia todo hecho contrario a la ética y los valores que deben regir el accionar del organismo superior de control del Estado”. Se refirieron a los privilegios del que gozan algunos cercanos al contralor Enrique García.
Los funcionarios solicitaron una reunión con García, pero este se excusó argumentando otras reuniones previas. Pidieron asimismo que el contralor se acerque al patio, donde lo esperaban, pero tampoco tuvieron eco favorable.
Según se les comentó en el gabinete, el contralor convocaría a una conferencia de prensa el lunes, para dar su versión. Hasta la fecha, García se rehúsa a hablar con la prensa y dar explicaciones del porqué unas pocas funcionarias cuentan con ciertos beneficios ajenos al resto y a costa del erario público.
En ese sentido mencionaron la repartija de viáticos protagonizada por el propio contralor y otros funcionarios, entre ellos, Lizza Benavente, quien por un viaje a Madrid recibió más de 17 millones de guaraníes. Otro mismo monto también recibió sin hacer viaje alguno.
“Tenemos información de pagos irregulares a personal de confianza sin nombramiento, así como otros beneficios percibidos por el entorno de la autoridad institucional, reflejando la existencia de funcionarios de primera y de segunda. El sindicato representa a la categoría inferior, a quienes trabajan y cumplen todas las normas y reglamentos, pero son privados del fruto de sus esfuerzos”, dice parte del comunicado del gremio de la Contraloría.
HONESTIDAD. Los funcionarios sostienen que para que la gestión del contralor general de la República goce de credibilidad y respeto, no solo debe ser honesto, sino también debe parecerlo.
Señalan que nuevamente la prensa y la opinión pública en general los convierten en centro de burlas y escarnio. “En estas condiciones, ¿pueden nuestros auditores presentarse a exigir en otras instituciones el cumplimiento de las leyes y reglamentos?”, se preguntaron los funcionarios.
Sixto Gadea, titular del sindicato, recordó que cuando asumió García les acusó de despilfarrar el presupuesto en horas extras, pero que sin embargo sin esas horas extras es imposible cumplir con todos los trabajos. El horario laboral de la Contraloría es de 7.00 a 13.00.
Denuncian falta
de auditorías Los funcionarios de la Controlaría solicitaron por segunda vez informes al contralor Enrique García, con respecto a las auditorías. Los funcionarios lamentaron que prácticamente no se
realizan los controles y que la productividad de la institución con relación a las auditorías a las distintas instituciones públicas apenas alcanzó el 17%. Mencionaron que algunas direcciones en todo
el 2017 lograron firmar apenas una resolución. Se crean cargos, pero los resultados son cada vez menos, lamentaron.