La indignación estudiantil desatada por el festín de rubros docentes, que tuvo como protagonistas a las autoridades de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), desde el Rectorado pasando por las diferentes unidades de la institución, supuso la esperanza de quiebre de una vieja estructura de mafias empotradas y amparadas bajo un estatuto hecho a medida. Solo una de las facultades pudo lograr un cambio gracias a la resistencia universitaria: Ingeniería.
A la noche de la comepapeles, la toma del Rectorado, el pedido de renuncia del rector Froilán Peralta por las denuncias de repartija de rubros docentes y la tibieza con la que el Consejo Universitario manejó la situación; se le sumó un pedido innegociable: la renuncia de todo el Consejo conformado por los 12 decanos. El efecto de la renuncia de Froilán el 25 de setiembre tuvo un efecto dominó.
Isacio Vallejos entonces decano de la Facultad de Ingeniería renunció por presión de los estudiantes, dos días después de Peralta. La vicedecana María Teresa Pino asumió la titularidad de la unidad académica, pero esto no cayó bien a los estudiantes.
Reunidos en asamblea el 2 de octubre, los universitarios decidieron exigir a la nueva decana su renuncia argumentando que la misma era “cómplice de la mala administración de Vallejos”. Nadie volvería a clases hasta que María Teresa presentase su dimisión ante el Consejo directivo de la Facultad. Y así lo hizo “por la paz en la institución”, según una nota. Otra victoria estudiantil.
Los consejeros eligieron como decano a Cirilo Hernáez Medina, quien tenía el apoyo de los estudiantes. El nuevo titular de Fiuna debió completar el periodo de Isacio Vallejos. Las elecciones se dieron el 3 de agosto de 2016.
Decididos. En Ingeniería se quería un cambio de verdad. La persona que asumiera el cargo de decano no debía tener ningún nexo con la claque. La lucha del estamento estudiantil se dividió en dos etapas. La primera en setiembre de 2015 y fue como consecuencia directa de #UNAnotecalles que dejó entre los caídos a Isacio Vallejos y María Teresa Pinto, decano y vicedecana. La segunda se produjo tras la renovación de autoridades para un nuevo periodo. El principal objetivo del movimiento por el cambio fue Éver Cabrera, decano electo por el Consejo Directivo en agosto de 2016.
Pedro Ferreira, actual decano de Fiuna, señaló que las denuncias que desde #UNAnotecalles se hacían con relación al mal manejo de recursos de las facultades y que también salpicaron la administración de Vallejos fueron tan escandalosas que impulsó a los estudiantes a comprometerse a no permitir el retorno a las viejas prácticas.
Por eso, ni bien fue elegido Éver Cabrera como titular de Ingeniería, los estudiantes resolvieron ir a paro para exigir su renuncia y del vicedecano Luis Cardozo. La medida duró 168 días, desde el 5 de agosto de 2016 hasta el 20 de enero de 2017. El tiempo que el Consejo Universitario dejó pasar para decidir una intervención le costó la renuncia a un interventor, la designación de otro que recomendó la destitución.
El Consejo directivo de Fiuna, ya ocupado por docentes y estudiantes electos que estuvieron en la lucha, resolvieron la destitución de Cabrera basado en el dictamen de un juez sumariante.
La lucha por el cambio en Ingeniería duró 19 meses, ese tipo de luchas que emprenden cuando el deseo de cambio es real.
Presentarán película documental
Primavera Universitaria se denomina la película documental sobre la lucha contra la corrupción que emprendieron los estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) obligando al rector Froilán Peralta a renunciar a su cargo.
La presentación del audiovisual será hoy, a las 20.00, en la Facultad de Arquitectura (FADA), en el Campus de San Lorenzo.
“Mientras exista algo por cambiar habrá una nueva primavera”, es parte del mensaje de una de las protagonistas de este film que documenta la lucha contra la corrupción y la reforma universitaria.
También se relata la lucha de los estudiantes de FIUNA, que duró 168 días, el más largo de la historia de la Universidad, que supera el tiempo de la crisis de la UNA que hubo durante la Guerra del Chaco. El guión estuvo a cargo Marcos Ybáñez y la producción general en manos del Centro de Estudiantes de Ingeniería.