28 mar. 2024

Fiscalía imputa y pide prisión de 16 presuntos deforestadores de reserva

Los supuestos implicados fueron descubiertos en pleno trabajo de deforestación de la reserva Morombí. La agente fiscal de Delitos Ambientales de Caaguazú, Marta Leiva, investiga el caso.

Casimiro Ortellado, Tomás Ortellado, Daniel Ortellado, Pedro Ferreira Brítez, Daniel Fleitas, Doroteo Chamorro, Gabriel Ojeda, Juan Cáceres Martínez, Alejandro Ferreira, Brígido Salinas, Josías Gil, Osmar Peña, Augusto Cáceres, Alfredo González, Alcides Rojas y Carlos Daniel Mora fueron imputados por el hecho punible de perjuicio a reservas naturales por la agente fiscal de Delitos Ambientales de Caaguazú, Marta Leiva. La misma también solicitó la prisión de las 16 personas, quienes ya quedaron a disposición del Juzgado Penal de Garantías de turno.

Todos ellos fueron sorprendidos en pleno trabajo de deforestación de la reserva Morombí, ubicada en la colonia Pira Vera, distrito de Vaquería, en el Departamento de Caaguazú, el martes último, durante un operativo encabezado por la fiscala Leiva, conjuntamente con agentes policiales de la zona y funcionarios de la Secretaría del Ambiente (Seam) y del Instituto Forestal Nacional (Infona).

antecedentes. La intervención se realizó como diligencia en el proceso de una investigación relacionada con la tala y quema de bosques de la reserva Morombí y que fuera denunciada por la Seam.

En el lugar se constató la deforestación a gran escala, y se encontraron gran cantidad de maderas aserradas de especies nativas acopiadas, así como rollos de especies nativas preparadas para la extracción.

También fue hallado y destruido un horno de ladrillo para la producción de carbón vegetal, motosierras y otros elementos utilizados para la tala de árboles.

Durante el operativo, los intervinientes hallaron una bolsa de marihuana y constataron la preparación de parcelas para el cultivo de la hierba.

Asimismo, en el lugar había pequeñas viviendas y se corroboró la apertura de picadas, que se presume es la manera de lotear las parcelas.

La deforestación no conoce de pausas en la reserva San Rafael
La deforestación también da paso a las plantaciones de marihuana, al tráfico de madera y a la agricultura en el último Bosque Atlántico, en la reserva San Rafael, donde la tala indiscriminada avanza sin parar y se percibe incluso desde el aire, con manchas cada vez más notorias de espacios vacíos.
Entre los años 2002 y 2005 desaparecieron 3.000 hectáreas de las 75.000. Hoy la cifra se desconoce, pero preocupa, pues las manchas blancas que denuncian la tala de árboles son cada vez más notorias en la inmensidad verde, ante la ausencia de un control eficaz de instituciones del Estado. RC