Tras ser consultado directamente por la posibilidad de que Fernández acuda a declarar por la causa, agregó que no descarta “ninguna” hipótesis.
Sin embargo, el pasado 21 de marzo, el juez federal Sebastián Casanello, encargado del caso, desvinculó a la ex presidenta de la investigación.
El empresario Lázaro Báez, principal adjudicatario de obras públicas en la sureña provincia argentina de Santa Cruz y estrecho colaborador del fallecido ex gobernador de esa provincia y ex presidente argentino Néstor Kirchner (2003-2007), fue arrestado el martes al poco de aterrizar en un aeropuerto en la periferia del norte de Buenos Aires.
Casanello ordenó la detención del empresario, ante riesgos de fuga y a su llegada a Buenos Aires, a dos días de la fecha que se había estipulado para que acudiera a declarar, antes de hacerse efectiva su detención.
El magistrado investiga una presunta red de lavado de dinero en la que está involucrado el empresario, una investigación que se inició en 2013 cuando el financiero Federico Elaskar dijo en un programa de televisión haber sacado del país millonarios fondos de Báez a través de sociedades inscritas en Panamá, algo que luego negó ante la Justicia.
Recientemente, la causa volvió a cobrar relevancia tras la difusión por televisión de videos de 2012 que muestran a varias personas contando millones de dólares en la oficina que tenía la financiera SGI en Buenos Aires, entre las que se encuentra Martín Báez, hijo de Lázaro.
Entre las personas que se ve en el video trasladar en bolsas los billetes tras contarlos en máquinas, se encuentra Martín Báez, hijo de Lázaro y el contable Daniel Pérez Gadin, quien también fue detenido.
Aunque Lázaro Báez no aparece en las imágenes, el fiscal Marijuán pidió el pasado junio a Casanello indagar tanto a él como a su hijo y al financista Federico Elaskar, entre otros. efe