La familia Urbieta le dio un mensaje a los secuestradores que mantienen en cautiverio al ganadero Félix Urbieta, diciendo que iban a cumplir con las condiciones que le habían puesto, pero solo piden una prueba de vida.
“Estamos listos para cumplir lo que solicitaron en su ultimátum, solo les pedimos una prueba de vida de nuestro padre”, indicó en una breve conferencia de prensa Norma Urbieta, hija del secuestrado ganadero que hoy cumple 97 días en cautiverio.
Según los investigadores, el responsable del secuestro del ganadero horqueteño es un grupo liderado por Alejandro Ramos Morel y su familia, quienes habían sido expulsados del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Dicha organización había solicitado USD 500.000 para liberar a la víctima.
Félix Urbieta había sido secuestrado en Horqueta el 13 de octubre del 2016 por un grupo de hombres armados vestidos con uniforme militar. La organización terrorista que lo secuestró solicitó el rescate y dio plazos a la familia.
Ante esto, la hija del secuestrado informó que les llegó tarde el mensaje. “Infelizmente recién quedamos sabiendo de los detalles que eran para final de año. Es difícil encontrar sus instrucciones, esperamos que comprendan eso”, aclaró.
Prueba. Norma volvió a reiterar la necesidad de tener una prueba de vida de Félix Urbierta, esto anunciando que luego de eso están dispuestos a cumplir con las exigencias requeridas.
Aguardan eso y nuevas instrucciones, indicando que no quieren ser víctimas de estafadores que se aprovechan de la situación para cobrar el monto del rescate y huir con el dinero.
“Hablando en una filmación, puede ser lo que ya escribió con la fecha del día. Entiéndanos que existen muchos oportunistas. Aguardamos eso y sus detalles para poder cumplir con ustedes y traer a nuestro padre a casa”, puntualizó la mujer en el comunicado.
La familia Urbieta en todo momento había solicitado la negociación del monto del rescate, como también una prueba de vida.
Incluso, ante la desesperación, en noviembre pasado miembros de su familia habían viajado hasta Asunción y conversado y pedido ayuda al capo narco Jarvis Chiménes Pavão, quien está privado de libertad.