En el foro La educación en la era digital, los expertos constataron que la universidad pasó de ser el espacio al que iban unos cuantos a masificarse durante el siglo pasado.
Entre 2000 y 2010, los matriculados en educación superior en Latinoamérica se duplicaron, pasando del 20% a alrededor del 40%, apuntó la directora de la oficina de la Secretaría General Iberoamericana para México, el Caribe y Centroamérica (Segib), Leonor Calderón. Este aumento se debe a la notable reducción de la pobreza extrema, así como a la incorporación de la mujer a las instituciones de enseñanza superior, entre otros factores.
No obstante, “no podemos asumir que se duplicó” en todos los países, ya que la brecha a superar aún persiste, y en algunas naciones solo 1 de cada 10 jóvenes tiene la posibilidad de asistir a la universidad, en las zonas más pobres, remarcó la directora.
También destacó las dificultades que puede afrontar la población indígena en países como Bolivia y Guatemala, donde, a pesar de la gran concentración de pueblos originarios y de que parte de ellos no hablan español, la mayor parte de la enseñanza es en español. En este sentido, la representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en México, Nuria Sanz, subrayó la importancia de reflexionar sobre desoccidentalizar la educación, para establecer un proceso en el que se escuche a los otros, sabiéndonos diferentes.
Asimismo, llamó la atención sobre el estudio que se está haciendo de los niños que ya son considerados nativos digitales. “Algunos niños ni siquiera quieren un teclado, tocan directamente la pantalla (...) hay una distancia, un recelo, para coger un lapicero, algo de retracción”, alertó. efe