12 may. 2024

Ex embajador revela cómo Brasil evitó que Oviedo hiciera un golpe

El ex embajador de Brasil en Paraguay, Marcio De Oliveira Dias, reveló los entretelones del intento de golpe de Estado protagonizado en abril de 1996 por el entonces comandante del Ejército, el general Lino César Oviedo, en contra del gobierno del presidente Juan Carlos Wasmosy (ANR), y del papel preponderante que cumplió la Cancillería brasileña para evitarlo.

Histórico.  Momento en que el general Lino  Oviedo firmaba su renuncia como comandante del Ejército, en el año 1996.

Histórico. Momento en que el general Lino Oviedo firmaba su renuncia como comandante del Ejército, en el año 1996.

El diplomático publicó un artículo el domingo en el diario O’Globo, en el que resalta el rol clave del secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil (Itamaraty), Sebastián Do Rego Barros Netto, conocido como Bambino. Fernando Henrique Cardoso gobernaba el Brasil.

De Oliveira confirma que en aquel episodio, que se desarrolló entre el 22 y el 26 de abril de 1996, efectivamente el presidente Wasmosy había escrito su renuncia cuando, junto con dos de sus hijos, se refugió en la Embajada de los Estados Unidos, al hacerse inminente un golpe militar estimulado por Oviedo, quien además de sus pretensiones presidenciales, no estaba dispuesto a aceptar su destitución como comandante del Ejército.

Días antes de este episodio, el embajador brasileño había facilitado un viaje relámpago y secreto de Wasmosy a Brasilia, para reunirse con Bambino y asegurarse de que contaría con el respaldo de Brasil, si Oviedo rehusaba a aceptar su destitución. Asegurado el aval del Gobierno brasileño, el sábado 20 de noche, Wasmosy se animó a exigirle la dimisión a Oviedo, el lunes 22. El general pidió tiempo para responder, lo que tensó el ambiente político y aumentó los rumores de golpe de Estado.

Itamaraty de nuevo debió intervenir, esta vez, propiciando un contacto entre el ministro general del Ejército de Brasil, Zenildo Lucena, a quien el militar paraguayo garantizó que no se levantaría en armas, pero que se aseguraría de que Wasmosy fuera destituido vía juicio político, por corrupción. Fue cuando Wasmosy se refugió en la Embajada de los EEUU y redactó su renuncia, respondiendo a una exigencia de Oviedo, que tenía como plazo las dos de la madrugada del martes 23. Wasmosy insistía en renunciar, para evitar derramamiento de sangre, cuenta el diplomático brasileño. En su extenso relato, detalla cómo intentaron ganar tiempo y evitar que el presidente firmara su dimisión, temeroso de que Oviedo cumpliera la amenaza de disparar contra la residencia presidencial y ejecutar un golpe.

Una imagen que nunca olvidará, dice, es la expresión del embajador norteamericano cuando rompió la renuncia y dictó a Wasmosy los términos del papel con el cual podían obtener el tiempo necesario para neutralizar la maniobra de Oviedo. Los sucesos generaron una gran movilización cívico-ciudadana y de la comunidad internacional. Oviedo se vio acorralado y aceptó su destitución a cambio de ser nombrado ministro de Defensa.