18 ago. 2025

Esperan parados más de 3 horas a ser atendidos en barrio Obrero

Los números para el turno tarde para ser atendidos por consultorio en el Hospital Barrio Obrero se reparten al mediodía y desde antes de las 10.00 de la mañana; los pacientes ya forman fila frente a la ventanilla de admisión para alcanzar alguno. Tranquilina Giménez llegó cerca de las 10.00 luego de salir de su casa de Ñemby, a las 8.00. Tras retirar el turno se queda ya en el hospital porque las consultas se inician a las 13.30 y no le alcanzará el tiempo para ir hasta su casa y regresar para el turno, explica.

Larga espera.  Los usuarios de barrio Obrero aguardan horas en las salas sin climatización ni asientos suficientes.

Larga espera. Los usuarios de barrio Obrero aguardan horas en las salas sin climatización ni asientos suficientes.

“Se espera mucho y vengo desde Ñemby porque en el hospital de allá no hay endocrinólogo y estoy siguiendo un tratamiento”, afirma la paciente. Entre ser atendida y volver a su casa, ya llega la tarde.

“Entre las 16.00 y 17.00, voy a llegar a casa y no puedo almorzar cualquier cosa por la calle”, explica la mujer que se queja por la larga espera entre llegar y ser atendida, además de la incomodidad de la espera porque los ventiladores están apagados, el calor aumenta a medida que va llegando más gente y los asientos no son suficientes.

En la fila de espera se encuentran personas con diferentes dolencias y por largas horas aguardan paradas en la fila y al retirar el número que les corresponde para la consulta médica tampoco tienen dónde esperar a ser llamados. La sala de admisión no cuenta con las sillas suficientes como para que los usuarios tomen asiento y los ventiladores no dan abasto para mantener un ambiente agradable, se quejaron los que aguardaban en la fila.

Marino Santander, que fue hasta el centro asistencial para sacar turno para su esposa, explicó que en su caso sí tiene la posibilidad de volver a su casa y ya en el horario de consultorio retornar para la cita fijada, lo que no ocurre con la gran mayoría de los pacientes que llegan de ciudades alejadas y pasan gran parte del día para ser atendidos. “Siempre venimos a consultar y antes había un poco más de comodidad, ahora ni asientos para los ancianos colocan”, puntualizó.