De esta manera, la entidad se convierte en una de las primeras en implementar la firma digital en sus gestiones.
La firma digital se realiza en un documento electrónico a través del certificado digital que se almacena en un pendrive y al que se le introduce igualmente una contraseña conocida únicamente por el poseedor, ya que esta clave es equivalente a su firma, que solo puede ser utilizada por él mismo.
El avance en la gestión electrónica representa un ahorro de costos operativos y una mejora en la eficiencia de estos procesos internos, además de contribuir con el medioambiente, destacó la entidad bancaria central.
Para el logro de este objetivo, varias áreas internas del Banco Central trabajaron en el desarrollo e implementación de las herramientas tecnológicas y los procedimientos administrativos necesarios para su operación, explicó el gerente de Tecnología de la Información y la Comunicación del BCP, Carlos Pérez.