25 abr. 2024

En la Politécnica se reparten contratos gracias a los convenios institucionales

El decano Abel Bernal ofrece proyectos sin licitar, valiéndose de convenios con otros entes públicos. Personas de su primer anillo tienen rubros en la facultad y al mismo tiempo cobran por esos trabajos.

María Elena García

María Elena García

El decano de la Facultad Politécnica, Abel Bernal, implementó la modalidad de firma de “convenios interinstitucionales”, mediante la cual ofrece proyectos a otras instituciones públicas, y un selecto grupo de funcionarios factura millones en paralelo a sus rubros ordinarios en la institución.

Según explicó María Elena García, directora de Informática de Politécnica, mano derecha del decano Bernal que “coordina” los proyectos, la modalidad se implementó desde hace unos tres años en la institución. Los registros evidencian que hay un selecto grupo de personas beneficiadas que no pasan de diez y que rotan en la prestación de servicios. (Ver infografía).

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La mayoría de las personas contratadas en el marco de los convenios interinstitucionales son del equipo de García, dependientes del área de Informática. Tanto el decano como ella alegaron que es por la excelencia, “son especialistas”, coincidieron.

En una entrevista, Bernal asumió que los convenios se realizan de alguna manera u otra para aumentar los ingresos de los funcionarios.

“Fuente 10, que es el aporte Estado, es corto; entonces empezamos a contactar con empresas que requieran servicios, especialmente con instituciones públicas porque la ley nos permite hacer. Contactamos con ANDE, Copaco, le hacemos el proyecto para tener un poco de ingreso”, explicó Bernal.

García indicó “le ayudamos a otros a organizar a sus entes"; entre algunos trabajos citó el Sistema de gestión hospitalaria que desarrollaron en la Facultad de Medicina.

Facturación. Los contratos de los funcionarios beneficiados varían entre G. 5,5 millones a G. 16.500.000, y estas cifras triplican los ingresos de los mismos en algunos casos.

Los valores de los convenios que firma la Politécnica varían entre USD 50 mil a USD 1 millón, según denuncias acercadas a esta redacción. Bernal confirmó un convenio con ANDE por G. 3 mil millones, más de USD 500 mil.

Una superposición de tareas y un abanico de rubros y facturaciones saltan en el caso de algunos contratados para estos proyectos.

Docentes que cuentan con tres, a cuatro rubros de profesor que tienen como mínimo exigencias dos horas de cátedra por día y funcionarios que deben cumplir una carga horaria de 6 horas diarias o 30 a la semana, están como contratados en estos proyectos institucionales, que a su vez requieren entre siete a ocho horas de dedicación diaria.

Por ejemplo, la misma directora de informática que “coordina” los convenios “interinstitucionales”, debe cumplir 6 horas diarias por su cargo en laboratorio de la facultad. Además debe dedicarse 8 horas, según requiere el convenio, y a su vez tiene 4 cátedras a su cargo.

“Los martes y jueves que tengo clases me quedo hasta las diez casi”, dijo García. Ella también, al igual que el afamado funcionario “pintoresco”, Miguel Téllez se beneficia con el sistema de horario acumulativo y puede “acomodar su tiempo acorde a sus necesidades”, según llegó a referir Bernal.

Su decano la defendió diciendo “ella puede venir sábado, domingo, puede llevar trabajo; lo que si me tiene que entregar ese trabajo a su tiempo”. García duplica sus ingresos gracias al convenio.

Otros funcionarios, como Ellen Méndez, también del área Informática, Gustavo Sosa Cabrera y otros, tienen horario similar a la directora. Es decir cuentan con varios rubros de profesor y deben cumplir sus seis horas de docente técnico, además de cumplir con las 8 horas que requiere la prestación en el marco del citado convenio.

El decano, al ser consultado sobre la ética de repartir contratos aprovechando convenios de la institución sostuvo, “deberíamos replantear”.

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