El encuentro fue emotivo de inicio a fin y ambos equipos tuvieron sus protagonismos en varios pasajes del partido. El Auriazul fue más en la primera parte, mientras que el Aurinegro se recuperó a tiempo en la complementaria e inclinó el resultado a su favor.
parejo. El resultado fue justo, aunque un empate no hubiera estado mal, por las ocasiones generadas en ambos bandos. La propuesta de jugar y atacar por parte de los dos entrenadores fue notoria. Luqueño optimizó las virtudes de sus jugadores por pasajes del juego donde superó al local.
En Guaraní relució la mística de tiempos anteriores y el juego asociado que pretende Arce emergió en el momento más esperado. Néstor Camacho volvió a ser determinante, y por obra suya el Legendario volvió a festejar por quinta vez consecutiva.