Mariela Rivarola, Narciso Meza y Vanessa Rodríguez
SAN IGNACIO-MISIONES
A ocho días de la catástrofe climática, San Javier se repone de a poco. La luz y el agua ya fueron repuestos. La Secretaría de Acción Social (SAS) de la Comuna de San Ignacio realiza olla popular para proveer desayuno, almuerzo y cena a los pobladores.
Por su parte, los afectados por el tornado en San Javier, una compañía de San Ignacio –con una distribución tipo urbana de las casas–, pidieron que las ayudas del Gobierno central, municipios o Gobernación les lleguen a las familias afectadas en forma directa.
Indicaron que desde que la asistencia llegó fueron a la casa del presidente de la subseccional de San Javier, quien dificulta retirar las donaciones, ya sean víveres o botellones de agua. “Poco o nada nos llega la ayuda a las familias que estamos en el fondo, y todos los afectados por el temporal realmente estamos necesitados”, comentó María Palma.
“Hay gente que se aprovecha de nuestra desgracia para hacerse de casa y son familiares del presidente de la subseccional. Nos sorprendimos cuando escuchamos sus nombres en la lista que perdieron todo, cuando ni siquiera tenían casa”, dijo Serafina de Rojas.
VOLARON ATAÚDES. Otro lugar que fue azotado por el tornado fue el cementerio local. Allí hasta los cajones volaron. Los pobladores indicaron que en el campo contiguo al cementerio encontraron restos óseos, como cabezas y otras partes del cuerpo que volvieron a colocar en los cajones, pero sin ni siquiera saber si realmente correspondía a dicho panteón.
Numerosos panteones fueron taponados con materiales por un tractor ante el olor nauseabundo que expedían en el lugar y que molestaban a los vecinos del lugar.
Hasta el momento, dos viviendas que sufrieron pérdidas del tejado ya fueron reparadas por la Gobernación. Las demás con daños materiales serán arregladas en los siguientes días, ya que los trabajos se hacen por bloque.