El Puma José Luis Rodríguez no se dejó intimidar por sus 73 años y cantó, en el Teatro Lírico del Banco Central del Paraguay, sus grandes éxitos como si el tiempo no hubiese transcurrido para él, ante más de 700 personas, en la noche del sábado último.
El público, que en su mayoría superaba los 40 años de edad, disfrutó del espectáculo que tuvo pasión, intimidad, potencia y romanticismo gracias a las clásicas baladas y salsas de un José Luis Rodríguez muy lúcido, pero que estuvo sentado en su butaca durante todo el show.
Tras abrir el reencuentro con el público paraguayo con “Por si volvieras”, el cantante venezolano confesó cómo se siente seguir en el escenario pese al paso de las décadas. “Prefiero hacer esto (cantar)... que esperar en casa la muerte... Ahora ya no puedo tomar... no fumo... ¡Ay!... no puedo hacer nada más... ¡De lo que me pierdo!”, dijo con cierta ironía y humor, para luego cantar durante 90 minutos ayudado de un tanque de oxígeno.
En el show, El Puma estuvo acompañado por la Orquesta Philomúsica de Asunción, dirigida por el maestro Luis Szarán, que arropó los grandes clásicos del artista, quien tuvo tiempo para repartir rosas entre las fanáticas que se acercaron al escenario a recibirlas de manos de su ídolo.
Pese a las limitaciones de movilidad, la voz del Puma sonó limpia y afinada, y no defraudó a los presentes: interactuó y compartió sus éxitos, como “Dueño de nada”, “Agárrense de las manos”, “Que se siente”, “De punta a punta”, para luego cerrar ante la gran ovación final del público con “Diosito santo”.