El fenómeno El Niño finalmente llegó a Asunción y la golpeó de forma violenta, alcanzando a varios distritos del área metropolitana.
Cayeron 90 milímetros de lluvia en solo dos horas y las ráfagas de viento alcanzaron 95 km/h. Esto provocó la caída de árboles, cortes de energía eléctrica, murallas y viviendas derrumbadas, más de una treintena de automovilistas rescatados de los raudales y dos menores fallecidos.
El temporal agravó a su vez la situación de los bañadenses, quienes debieron abandonar sus precarias casas anegadas bajo una pertinaz lluvia, desde tempranas horas de la víspera.
“Es la primera vez después de 18 años que tuvimos un impacto parecido del evento El Niño. Aunque en esta ocasión fueron dos los elementos que causaron muchos problemas: la intensidad de la lluvia y la velocidad de los vientos”, resumió Julián Báez, director de Meteorología.
El Niño, hasta hace unas semanas, se concentró en el Norte y Sur de la Región Oriental. Báez dijo que “es normal” que a su paso produzca tormentas, pero su “impacto es mayor” cuando afecta zonas urbanas superpobladas.
De cartón. La torrencial lluvia, por lo demás, puso en evidencia nuevamente la frágil infraestructura vial y el perimido sistema de desagüe pluvial y alcantarillado sanitario. Las calles de la capital y ciudades aledañas se deshacen ante cada temporal.
Numerosos tramos desbordados por las aguas formaron otra vez peligrosos raudales que hicieron añicos la capa asfáltica, dobladas y esparcidas como cartón mojado. Esto obligó al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) a declarar “emergencia vial” en toda la Región Oriental, por 180 días.
nivel crítico. El río Paraguay, tras el paso del temporal, alcanzó el punto crítico de inundación: aumentó 21 cm en un día y tocó los 5,50 metros en toda la ribera capitalina. Esto obligó a evacuar a unas 150 familias bañadenses, superior al promedio –de 50 a 90– que registraba en los últimos días, según Nidia López, del Consejo Municipal de Emergencia y Desastre de Asunción (Comueda). Al menos 3.200 familias ribereñas están distribuidas en algunos de los 61 refugios temporales dispuestos por Comueda y la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).