01 may. 2025

El canciller justifica cese de Khalil afirmando que se busca otra imagen

El canciller nacional ensayó varios argumentos ayer para justificar el cese en sus funciones del oviedista Hassam Klalil como embajador del Paraguay en el Líbano, invocando desde cumplimiento del plazo máximo de permanencia en el servicio exterior, hasta la necesidad de cambiar la representación “con otra imagen en Beirut” y que opinó sobre los asuntos internos del Estado acreditante.

“Ningún embajador paraguayo, esté donde esté, puede tener ningún tipo de visión con las cuestiones internas de un país”, dijo, sin aclarar si el cesado embajador incurrió en este error grave.

Lo que el canciller se cuidó en no decir directamente es que haya tenido que ver en la decisión de dar por terminadas las funciones de Khalil su vinculación con el empresario Walid Amine Sweid, quien, según un informe de la Fundación para la Defensa de las Democracias, está relacionado con el grupo terrorista Hizbulá.

Hassam y Sweid aparecen en una fotografía publicada por Última Hora en el 2015, compartiendo una fiesta en un lujoso yate en el Líbano, sobre el mar mediterráneo, en la que también se veía al presidente de la Cámara de Diputados, Hugo Velázquez, hombre de confianza del jefe de Estado, Horacio Cartes.

Desde entonces, las conjeturas sobre un posible relacionamiento entre el Gobierno de Cartes y el Hizbulá aparecieron en diferentes medios extranjeros creando molestias al Gobierno paraguayo.

Según Loizaga, “las autoridades pertinentes tendrían que averiguar eso”, y respondió que “puede ser” que haya preocupado el presunto vínculo del embajador con el empresario Amine Sweid. “Puede ser, pero de todos modos el Gobierno en esto es muy firme: no va a consentir ningún relacionamiento que pueda existir con un grupo que opera al margen de la ley (por el Hizbulá), y menos si es un embajador del Paraguay”.

DECISIÓN DE CARTES El ministro aclaró que el embajador fue cesado no a pedido del diputado Hugo Velázquez, como parte de las rencillas internas en el coloradismo, atendiendo que Khalil es partidario de Ariel Oviedo quien hoy opera en la disidencia.

“No, no, no. El presidente de la República es el que dio las instrucciones precisas. Se dieron por terminadas sus funciones (del embajador). No es una destitución, cuando se le destituye a alguien es por algo. Acá se dieron por terminadas las funciones y punto. Ya es tiempo, tenía que darse ese cambio”, respondió ante la insistencia de los periodistas sobre los motivos reales. Loizaga varias veces insistió a los comunicadores que recordaran que “hasta la ley tuvo que cambiarse” para que Khalil fuera designado embajador en el 2010. Esto, considerando que entonces se modificó un artículo de la Ley 4053/10 del Servicio Diplomático y Consular, para que extranjeros naturalizados como paraguayos puedan ser diplomáticos. La ley solo habilitaba para el cargo a los nacidos paraguayos.

Lo concreto es que el Gobierno dejó fuera del cargo al comerciante devenido a embajador, ya para evitar que se siga relacionando a Paraguay con financistas del Huzbulá, o ya porque efectivamente los oficialistas no admiten que un disidente siga ocupando un cargo que ahora está vacante.